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Transversal llamado a modificar Plan de Descontaminación

La primera preemergencia ambiental en Santiago ha marcado la agenda de las autoridades locales, pero ¿qué está pasando con el Plan de Descontaminación?, ¿están operando correctamente los sistemas de medición?, ¿cómo es posible que este problema se acumule por tanto tiempo?

Paula Correa

  Miércoles 18 de junio 2014 18:39 hrs. 
ESTADO DE EMERGENCIA PREVENTIVA EN SANTIAGO DE CHILE

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“La verdad es que seguimos teniendo una pésima calidad del aire en Santiago”, declaró el Intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, quien notificó las medidas urgentes a tomar para contener sus efectos: Cierre completo de mil 215 industrias en Santiago, prohibición absoluta de usar leñas, restricción vehicular a automóviles catalíticos y las recomendaciones de siempre; no realizar actividad física y enviar generar combustión adicional.

Así este miércoles Santiago amaneció con premergencia después de cuatro días de alerta con muy mala calidad del aire. El clima y la falta de ventilación fueron agravando una situación que se veía venir y se llegó a niveles críticos en las comunas de Quilicura, y preocupantes en Pudahuel y Cerro Navia.

El alcalde de Cerro Navia, el RN Luis Plaza mostró su preocupación por el alcance de la contaminación, y explicó que “va mucho más allá de Cerro Navia, ya que toda la zona poniente está sufriendo lo mismo; Quinta Normal, Renca, Lo Prado, Pudahuel”,  y añadió que son las comunas que reciben todo lo que se arroja del barrio alto, “donde nunca se para de prender las chimeneas y las autoridades no dicen nada de la situación”. Además, se refirió a otras causales como “los residuos del aeropuerto, la falta de mantención de los equipos de medición”, entre otras causas.

Errores del Plan de Descontaminación y autocrítica

Para el Subsecretario del Medioambiente, Marcelo Mena, el fondo del asunto pasa por una modificación del Plan de Descontaminación. En esa misma línea, el presidente de la ONG Acción Ecológica, Luis Mariano Rendón, llamó a las autoridades a hacer cambios urgentes.

Indicó que “el fracaso del plan es evidente y claro. Se elabora en 1997, entra en vigencia en 1998 y se propone cumplir con las normas de calidad ambiental del aire en un lapso bastante largo. Dijimos que era mucho tiempo y lo que ocurrió es que llegó el 2011 y no se cumplió con esas normas”. Además añadió que las reglas son bastante permisivas, admitiendo el doble de material particulado de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para Rendón en el plan se han plasmado varios errores, uno de ellos es el uso del automóvil particular, responsable de más del 50 por ciento de las emisiones del transporte. Sobre esto hay polémicas que datan de años, recordemos cuando en la antigua administración de Bachelet se enfrentaron dos ministros el 2008: el titular de Salud Álvaro Erazo, a favor de aplicar la restricción a los catalíticos, y el de Transportes, René Cortázar, en defensa de los automovilistas.

Una discusión antigua, pero clave, cuando hoy los vehículos sin catalizador son menos del cinco por ciento del parque automotor.

Otra falta que indica Rendón, fue autorizar el uso de la leña en la Región Metropolitana e impulsar este tipo de calefactores, que pueden funcionar bien en buen estado y con la leña adecuada, pero son casi imposibles de fiscalizar.

Por su parte los parlamentarios de la ahora Nueva Mayoría también hicieron una autocrítica. Así lo expresó el presidente de la Comisión del Medioambiente de la Cámara de Diputados, Daniel Melo, quien dijo que “el subsecretario está en lo correcto, el plan está hecho a la realidad de 10 años atrás en nuestro país”, reconoció también que se requiere un plan acorde a la situación actual que contemple el crecimiento del transporte y la emisión de las industrias, y añadió que “ninguna medida parche va a solucionar esto”, afirmó en referencia a la solicitud de las autoridades centrales de no realizar más asados en estas fechas mundialeras para evitar el adicional de combustión.

Acceso a la información y manejo institucional

Esta es la primera pre-emergencia desde el 2012.

A inicios del año se cambiaron los aparatos y se habla de un problema técnico anterior para registrar esta situación. Mucho se ha dicho, desde la polémica ante “la sensibilidad” de los patrones para captar los efectos del material particulado fino (PM2,5) y la necesidad de generar sistemas que puedan medir a tiempo el nivel de saturación de la capital.

En esa línea Raúl Morales, académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile recordó el apagón de los servicios web que registraban los niveles de calidad del aire en el segundo semestre del año pasado. “Después de haber visto esa situación de manejo político a mi entender, yo considero que las estaciones de medición de calidad del aire debieran depender de un organismo que no estuviera sujeto a las políticas de gobierno, es decir, de una institucionalidad independiente”, de esta manera, afirmó, como ocurre en otros países, las estaciones estarían al servicio de entregar una información fidedigna y confiable.

Mirada global y participación

El especialista afirmó que otro elemento a considerar en las modificaciones es el concepto de ciudad y el aumento el radio urbano, ya que con ello se extienden las vías de transporte y se induce a un mayor gasto de combustible. A esto se suma el aumento también de la densificación, dado que la poblacional trae un mayor nivel de material particulado. Para ello se debe descentralizar la capital, como una medida seria e integral de hacerle frente al problema en la capital para poder mirar luego lo que pasa con los flujos de contaminación provenientes de Valparaíso y Rancagua.

Ante esto especialistas y organizaciones ambientales hicieron un llamado general a modificaron con urgencia el plan, pero exigieron participación para incorporar esta vez las recomendaciones de la sociedad civil y de los expertos.

Una mirada desde Salud Pública…

Para el ecologista Luis Mariano Rendón el retraso en implementar medidas tiene que ver aumentar la muerte prematura de personas.

Esto porque el material particulado fino, por su tamaño, es capaz de llegar a los pulmones y pasar al torrente sanguíneo, distribuyéndose las partículas contaminantes por todo el organismo, produciendo así enfermedades que, aparentemente, no tienen nada que ver con el aire, como por ejemplo un cáncer a la vesícula.

Pero en la capital no sólo hay problema con el PM 10 o 2,5, advirtió, en primavera y verano el conflicto lo produce la contaminación por ozono respirable. “Lo que la autoridad debe reconocer ahora es que al aire de Santiago, permanentemente, sigue siendo dañino para la salud”, sostuvo el ambientalista.

Esta mirada fue reforzada por especialistas. El toxicólogo de la Universidad de Chile, Andrei Tchernichin, afirmó se refirió a porqué, debido a la contaminación, los centros de salud aparecen saturados. El especialista indicó que la exposición aguda a material particulado (sobre todo PM 2,5), aumenta los problemas broncopulmonares y cardiovasculares. Los primeros con mayor frecuencia en los adultos mayores y niños, los segundos en adultos. De hecho, afirmó que es común que se produzcan infartos al miocardio por esta causa. Al respecto destacó que  “hay estudios que demuestran que la mortalidad por problemas cardiacos aumenta más que la por problemas broncopulmonares, uno a tres días después de cada episodio de contaminación”.

Los distintos componente que producen enfermedades son: plomo, arsénico, entre otros, los cuales en la Región Metropolitana, poseen mayor incidencia en el cáncer pulmonar. Esto sin considerar los ya tradicionales problemas respiratorios de invierno, como asmas y bronquitis.

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