Como una agenda de transición hacia la desmunicipalización de los colegios públicos, así fue definida por la presidenta, Michelle Bachelet, el paquete de medidas que buscan fortalecer la educación fiscal secundaria.

Son cuatro puntos o ejes los presentados, integrar educación de calidad con innovación tecnológica, impulsar un nuevo estándar en infraestructura y conectividad, apoyo a los docentes y directores y por último, incentivar la participación estudiantil.

Además, se anunció un aumento de los recursos destinados a este tema, con la creación de un Fondo de Apoyo a la Educación Municipal de 20 mil millones de pesos, con lo cual se busca solventar las deudas que tengan algunas comunas.

El ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, explicó parte de los fundamentos de esta propuesta “se trata de una transición hacia la desmunicipalización que va a suponer un importante incremento de recursos, con el objetivo de que los municipios se puedan desahogar un poco de las deudas que han acumulado” y dar “una mejoría sustantiva de la situación de infraestructura, no sólo física, sino también digital”.

En el punto de educación integral e innovación tecnológica, se anunció la entrega de instrumentos tecnológicos para las aulas, complementar los contenidos curriculares con talleres extraprogramáticos, fortalecer las bibliotecas, impulsar la educación artística y deportiva y potenciar el aprendizaje de inglés.

Respecto de la infraestructura se incrementarán los recursos y se elaborará un plan estratégico a cuatro años, para ir en ayuda de aquellos establecimientos que presenten problemas.

Se ampliarán los programas que permitan capacitar a los docentes y se establecerá una red de mentores que ayuden a mejorar la calidad de 9 mil profesores.

Finalmente se buscará mejorar la participación de los estudiantes en la toma de decisiones con programas nacionales de formación ciudadana.

La presidenta, Michelle Bachelet, aprovechó la ocasión para reiterar la voluntad del Ejecutivo, de respetar el sistema mixto de educación de nuestro país “la propuesta de Gobierno es potenciar la tradición chilena de un sistema educacional de visión mixta, no estamos haciendo una reforma para terminar con ningún sector, necesitamos una reforma donde pueda colaborar una excelente educación pública y un muy buen sector privado, pero el compromiso del estado hacia la educación pública debe ser constante y preferente”, afirmó.

Desde la UDI se mostraron disconformes con la agenda, aunque valoran que el Gobierno comience a escuchar sus demandas como sostiene el presidente del gremialismo, Ernesto Silva.  “El debate educacional no puede limitarse a una inyección de 20 mil millones de un día para otra en una agenda improvisada, el tema de la educación es demasiado serio y requiere de un cambio de eje que nosotros queremos empujar, por eso encontramos como una buena noticia que el Gobierno nos haya escuchado, logramos que se hablara de educación pública pero estas primeras señales son insuficientes”.

Por su parte, el presidente de la comisión de Educación de la Cámara de Diputados, Mario Venegas (DC), insistió en que la reforma no perjudicará a ningún sector “en ninguna parte yo he visto, salvo en la imaginación de algunos, la idea de que todas estas medidas van en contra de la educación particular subvencionada, lo que yo entiendo de los proyectos que tenemos es que la libertad está consagrada y garantizada, ahora es evidente que como la educación pública ha ido en creciente disminución tenemos que hacer algo y eso es nuestra responsabilidad como Estado”, agregó.