Luego de la polémica que generó el nombramiento de James Sinclair como embajador de Chile en Australia, Michelle Bachelet desistió de su oficialización en el cargo.
Las críticas desde organizaciones de Derechos Humanos, acusándolo de participar en la destrucción de archivos secretos en la dictadura, terminaron por sellar su opción diplomática en el continente oceánico.
En su reemplazo llegaría Daniel Carvallo, quien durante el gobierno de Sebastián Piñera se desempeñara como Subsecretario de Relaciones Exteriores y como Director General de Política Exterior.