Uno de los ejes de la exposición del ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre fue el proyecto de fin al lucro, selección y copago, el que según explicó no implica el fin de la educación particular subvencionada.

“Una cosa es terminar con el lucro y otra es expropiar inversiones privadas legítimamente puestas en el juego”, indicó el secretario de Estado. Además, Eyzaguirre al referirse a la segregación, volvió a retomar una antigua analogía por la cual fue criticado, cuando señaló que en una carrera metafórica, la educación privada va “en patines” y un primer paso es quitárselos, para equiparar condiciones.

Ahora, el secretario de Estado, junto con explicar sus dichos, llamó a tener “un debate y no un combate”. “Este es un problema demasiado serio, para dejarnos arrastrar por polémicas –las más de las veces- artificiales”, dijo haciendo una metáfora sobre la igualdad en la medición de competencias.

Entre otros puntos, Eyzaguirre defendió su gestión y apuntó: “júzguenme por los hechos”, agregando que no impulsará una reforma “irresponsable, populista o basada en las encuestas”.

Las críticas del empresariado

La exposición del ministro generó apoyos y críticas, como por ejemplo, por parte del presidente de Icare, Guillermo Tagle, que planteó: “Quizás la parte más compleja es cómo se administra esa gradualidad en el tiempo”, desde el planteamiento de no copago hasta dónde deberá durar este “mientras el Estado no tenga recursos para sustituirlo”.

Patricia Matte, de la red de colegios Sistema de Instrucción Primaria (SIP), aseguró que esperaba que Eyzaguirre “iba a ordenar el tema para privilegiar aquellos elementos que demandan tremenda cantidad de recursos, pero que son realmente los que van a marcar la diferencia, y eso son profesores, carrera docente y cuántos recursos se van a disponer. Por esos temas vale la pena gastarse cada centavo de la reforma tributaria”.

El reclamo de la UDI

Esta mañana, desde la Unión Demócrata Independiente (UDI) reforzaron sus críticas contra la reforma. Diputados y parte de la mesa directiva enfatizaron sus críticas contra la gestión del secretario de Estado y la falta de protagonismo de la Presidenta Michelle Bachelet.

Específicamente, el alcalde de Las Condes y vicepresidente del gremialismo, Francisco de la Maza, rechazó la intención de desmunicipalizar la educación pública, asegurando que “el concepto es equivocado, hoy hay una adecuada descentralización que hay que mejorar, pero cambiar el sistema puede significar en definitiva una pérdida de valor (…) tener un costo para la calidad de la educación mucho mayor de la que hoy día en expectativa tienen la gran mayoría de las familias”.

Mientras, el diputado Jaime Bellolio (UDI) planteó que dentro de los ejes de la reforma, la segregación está mal planteada en los proyectos del Ejecutivo. El legislador reconoció esto como “un problema de Chile. Las escuelas tienen que ayudar a incluir, no solamente a aquellas personas que sean diferentes entre sí, sino que también por ejemplo, a aquellas personas que tengan discapacidades, pero creer que uno tiene que hacer forzosa esa inclusión, históricamente, siempre ha resultado como un fracaso”.

“Lo que tiene que ocurrir acá y como ocurre en miles de escuelas subvencionadas, es que hay gran integración, porque hay niños que tienen SEP, otros que pagan la mitad del copago, otros que no pagan nada, y otros el copago completo. Esa es una riqueza cultural que tenemos que preservar”, señaló.

En la misma línea, desde el movimiento Amplitud, reunidos con apoderados de colegios particulares subvencionados de Puerto Montt, le pidieron al ministro “máxima seriedad” para sacar adelante el proyecto.