Después de 28 días de paralización de actividades, en oposición a la concesión hospitalaria, los trabajadores del Hospital Salvador reanudaron sus labores e iniciaron una mesa técnica con profesionales del gobierno.

La paralización dejó un 60 por ciento menos de producción hospitalaria por lo que las autoridades del Hospital reprogramaron más de 10 mil consultas de especialistas y mil cirugías.

Entre las acciones post paro se encuentra la apertura de camas para hospitalización y recuperación de pacientes, según sus condiciones de salud, ya que durante la protesta 30 pacientes fueron derivados a la red de hospitales públicos oriente y 23 al sector privado.

El Hospital Salvador vuelve de a poco a la normalidad

El director del Hospital Salvador, Carlos Altamirano, dijo que comenzaron a reintegrarse a las actividades en forma paulatina a partir de la noche del lunes. “A medida que los funcionarios se están sumando hemos ido reanudando las labores propias del hospital”señaló.

Paralelamente, los trabajadores, médicos y autoridades del Hospital Salvador realizaron una primera reunión técnica para fijar la agenda de trabajo con el equipo jurídico, expertos en concesiones y especialistas enviados por el Ministerio de Salud. Karen Palma, dirigenta de la Multigremial explicó se darán diez días desde este martes.

Dijo que estudiarán toda la legislación vigente respecto a las concesiones, incluida la legalidad, los estudios de impacto ambiental, estudios de desarrollo de concesiones a nivel país y las vías de solución real al conflicto.

“Es mucho más barato que el Estado pueda pagar una indemnización, que la construcción de un megaproyecto que va a significar la explotación por 15 años”, afirmó Karen Palma.

La líder sindical adelantó que luego de lo que revele la mesa técnica, el problema puede derivar en el Ministerio de Hacienda. Y, en esa dirección, espera que se avance en el objetivo final de terminar con la concesión del Hospital Salvador-Geriátrico.

Por su parte, el sacerdote Felipe Berrios en su calidad de “garante” de las conversaciones entre gobierno y trabajadores del centro de salud, manifestó que existen desconfianzas en el diálogo por lo extenso del conflicto.

“Veré cómo ambas partes se juntan, que no hayan malos entendidos y encuentren vías de conversación. Todos quieren el bienestar de la gente que está esperando, que está enferma y no pueden ir a otros lados. Eso une y da fuerza para buscar alguna solución”, expuso optimista el religioso.

Para respetar su rol de garante, el sacerdote prefirió no opinar respecto a las concesiones, pero señaló que los trabajadores no son ciegos ante el dolor ajeno de los pacientes y que ellos también están peleando para que la atención de salud no decaiga y sea buena en el presente y en el futuro.