Una de las fronteras más complicadas de América Latina estará parcialmente cerrada por un mes, poniendo así en marcha el acuerdo al que llegaron Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, y Juan Manuel Santos, de Colombia, en su encuentro bilateral la semana pasada.
Desde las 10 de la noche y hasta las 5 de la mañana todos los puestos de control fronterizo a lo largo de los 2.200 kilómetros que comparten Venezuela y Colombia estarán cerrados por los próximos 30 días.
La idea, según el anuncio, es atacar uno de los tantos problemas que aquejan a esta importante, histórica y compleja frontera: el contrabando.
El problema más grave es el contrabando de gasolina. El gobierno venezolano estima que 100.000 barriles de petróleo (un 5% de su producción total al día) pasan de Venezuela, donde el combustible es más barato que el agua, a Colombia, donde el precio de la gasolina es uno de los más altos del continente.