El galardón 2014, que considera obras y trayectoria, le fue otorgado a Antonio Skármeta, tanto por su presencia internacional como por la importancia de su trabajo literario para el país.
“El jurado basó su decisión considerando su trascendencia de su obra en distintos géneros narrativos, la difusión por distintos medios, como el cine, la ópera, el teatro, la literatura e idiomas. Y su destacada presencia internacional que ha puesto a la cultura chilena más allá de nuestras fronteras”, dijo el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre.
Por su parte Óscar Hahn, reconocido con el galardón el 2012, señaló que la gracia de Skámeta es que comenzó muy joven, escribiendo cuentos que fueron muy novedosos en la época y “que influyó a una serie de autores más jóvenes que él. Fuguet, por ejemplo”, señaló.
Otra de las virtudes del galardonado es su popularidad en las universidades estadounidenses, donde “muchos de sus textos son estudiados”, contó Hahn.
Críticas al premio
El jurado liderado por el secretario de Estado fue conformado por el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, el rector de la UMCE, Jaime Espinosa, Pedro Lastra en representación de la Academia Chilena de la Lengua y el escritor Óscar Hahn como el último en recibir el premio.
Al respecto Óscar Hahn sentenció que este “es un jurado muy mal conformado”, porque “representantes no literarios de instituciones chilenas tienen demasiado peso”, refiriéndose a los rectores participantes.
En tanto, el rector de nuestra casa de estudios, Ennio Vivaldi, respondió que es justo y válido que en algunas instancias “la Universidad de Chile asuma roles que representan su condición de universidad histórica y estatal”.
Además, Hahn se mostró extrañado por la falta de mujeres en las candidaturas y el jurado, razón por la que distinguió y propuso a la escritora Diamela Eltit, como “un necesario saludo a la bandera”.
Sobre el ganador
Esteban Antonio Skármeta Vranicic nació el 7 de noviembre de 1940 en Antofagasta. Estudió filosofía en la Casa de Bello y en 1964 obtuvo la beca Fulbright para realizar una maestría en la Universidad de Columbia, Nueva York.
Trabajó como director de teatro en el Conjunto Artístico del Instituto Pedagógico, fue profesor en el Instituto Nacional y luego en la Facultad de Filosofía y Educación en la Universidad de Chile.
Su primer libro, El entusiasmo, lo publicó en 1967. Al año siguiente fue parte del programa literario de televisión, Libro abierto, de la misma casa de estudios
Durante la Unidad Popular fue parte del Movimiento de Acción Popular y Unitaria (MAPU) y para después de la dictadura salir del país. En ese momento, trabajó en la Academia Alemana de Cine y Televisión.
En 1985, estando en Europa, escribió “Ardiente paciencia” (posteriormente titulada El cartero de Neruda), que ha sido traducido a más de treinta idiomas y adaptada al cine y teatro
Según Hahn, el embajador de Alemania durante el gobierno de Ricardo Lagos, fue capaz de escribir novelas y relacionarlas con lo contingente, como El cartero de Neruda, que habla sobre el poeta y también de la dictadura militar. Él ha estado preocupado de la realidad político y social de América Latina”, sostuvo.
El autor de El baile de la victoria fue también gestor de la instalación del Instituto Goethe en Chile y ha recibido el galardón de la Casa de las Américas, el premio Altazor, Artes y Letras de Italia, el Municipal de Literatura de Santiago, entre varios otros.
Su carrera se corona con este Premio Nacional de Literatura 201, uno de los certámenes más mediáticos de los últimos años.
