Durante la marcha del pasado 21 de agosto, dirigentes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) anunciaron amenazantes que se revisaría la permanencia del organismo en el Plan Nacional de Participación Ciudadana que preside el ministerio de Educación para la revisión de la Reforma en la materia.

Sorprendió que, en una ajustada votación, la asamblea de federaciones universitarias optara por mantenerse en el espacio, pese a las críticas que diversos dirigentes hicieron a la sobrerrepresentación de agrupaciones de privados o la resolutividad del espacio.

El ministro Nicolás Eyzaguirre había sólo comprometido “incidencia” del Plan de Participación, y ante esto, el movimiento social se rearticuló en las calles emplazando a las autoridades a alcanzar acuerdos y discutir la reforma con quienes la empujaron desde las calles.

Sin embargo, pese a la dura postura mostrada, por un voto, se decidió seguir en la instancia. Según algunos, debido al andamiaje de la Nueva Mayoría, presente en la Confech, y agrupaciones “asociadas” como Revolución Democrática.

La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Naschla Aburman, dijo en el marco del inicio de la campaña “Quiero Educación Pública”, que la decisión está tomada y que se deben usar todos los espacios disponibles para incidir en la discusión.

“Por un voto o por diez, así se ganan las votaciones. El resultado responde a lo que las federaciones discutieron en sus asambleas y ahora hay que seguir trabajando en muchos espacios”, dijo.

Por su parte, el presidente de la FEUSACH, Takuri Tapia, dijo que más allá de los resultados, lo relevante ahora es impedir los acuerdos a puertas cerradas.

Según Tapia, se evidenciaron diferencias que son históricas en la Confech; pero destacó que esto dio paso a una discusión programática, táctica y estratégica, descartando quiebres internos.

La diputada del PC y ex presidenta de la FECH, Camila Vallejo, valoró que la Confech se mantenga en el espacio, pero al mismo tiempo dijo entender que los pocos espacios en que el movimiento social puede incidir, justifican la renuencia de algunos sectores.

“Si bien hay que hablar con todos. Estudiantes y profesores deben tener un espacio porque tienen propuestas y tienen elementos que contribuyen a hacer de ésta una mejor reforma. En el movimiento social existen aprensiones y desconfianzas a la institucionalidad y es entendible, pero hay que combatirla”.

La Confech espera la instalación de un espacio de negociación directa con el Gobierno, mientras que el Plan de Participación no es visto como la instancia definitiva de incidencia.

Esto, ante la preocupación que genera en los estudiantes la presencia de grupos que buscan evitar la reforma, incluso dentro de las mesas de diálogos temáticos.