De cara al plebiscito en el que este jueves participarán unos 4,5 millones de escoceses mayores de 16 años, para responder si están o no a favor de la independencia de Escocia, diversas encuestas han adelantado un resultado muy ajustado, algo inesperado para el Reino Unido.
Un voto favorable a la independencia no es imposible, lo que podría hacer pasar a la historia al primer ministro británico, David Cameron, como el jefe de Gobierno que permitió la escisión de Escocia del Reino Unido después de 307 años, una decisión sensible y de enormes consecuencias políticas y económicas.
Ante los sondeos, este lunes Cameron llegó hasta Escocia para hacer campaña por el “No” a la independencia. En su cometido, entre las razones que habría mencionado el primer ministro británico, estarían “los beneficios financieros”, resaltando que no habrá “vuelta atrás” si la región decide separarse del resto del país.
Paz Milet, experta en asuntos internacionales de la Universidad de Chile, señaló que ante un eventual triunfo del “No”, éste no necesariamente respondería a la campaña de Cameron, sino que más bien a las divergencias internas ligadas a la constitución de identidad, las que mueven a sectores escoceses más conservadores.
“Todavía, dentro de un componente importante de Escocia están vigente ciertos elementos más tradicionalistas de todo lo que significa pertenecer a Gran Bretaña, por ejemplo, la noción de la reina, lo que condiciona la diferencia entre el Sí o el No. Esto es un factor de constitución de identidad, pues hay un sector muy importante que se ve como parte de un todo, con divergencias respecto a que efectivamente Escocia pueda funcionar de manera independiente, más allá de las gestiones desarrolladas por Cameron”, comentó la experta.
En los últimos días varias entidades bancarias advirtieron que tienen planes para trasladar sus sedes de Escocia a Londres en caso de una victoria del “Sí”, anuncios que fueron considerados una maniobra para forzar a los indecisos a volcarse por el “No”.
En tanto, el ministro principal escocés, el independentista Alex Salmond, desarrolla diversas acciones tendientes a mitigar esta “supuesta campaña del terror”, reuniéndose con líderes empresariales para defender la idea de que el triunfo del “Sí” a la independencia permitirá a Escocia conseguir un crecimiento económico mayor.
Paz Milet, insiste en que una eventual separación implica desafíos internos que van más allá de los asuntos económicos a los que habría que poner atención, por ejemplo, qué ocurrirá con la opción de integrar o no la Unión Europea, sobre todo en el momento de crisis que ésta enfrenta.
“La opción de la independencia plantea una serie de desafíos que yo creo que internamente aún no están resueltos. Algunos analistas plantean que efectivamente Escocia tiene las condiciones para funcionar como nación independiente, económicamente viable, y hay otros que dicen que habría que ver qué señales se dan si esto ocurre y un factor importante a considerar es si se insertarían o no a la Unión Europea”, sostuvo Milet.
Cabe recordar que fue Cameron quien en 2012 acordó con Salmond la celebración de ese histórico referendo. El primer ministro británico y líder conservador insiste en que no dimitirá si triunfa la opción separatista, pero muchos lo dudan, más cuando faltan pocos meses para las elecciones generales de mayo de 2015.
En este sentido, el historiador Gabriel Salazar comentó que el liderazgo de Cameron, más que por el referendo, se podría ver afectado por las políticas respecto a atacar a grupos musulmanes.
“Las políticas internacionales que está tomando la derecha no le conviene en general a la base de los ingleses y, en este sentido, Cameron está embarcando a Inglaterra en una situación inconveniente. Mientras más ataquen a los musulmanes esto podría acarrear contraatacar por la vía terrorista, lo que sí podría incidir en la idea de los escoceses de independizarse y que, además, surja un rechazo mayor a Cameron”, sostuvo el académico.
Este 18 de septiembre, cuando muchos chilenos conmemorarán la independencia de Chile, los escoceses decidirán en las urnas la suya.
Acto cívico que no podría generan un conflicto, según advirtió Salazar argumentando el nivel de racionalidad de la cultura escocesa.