Obispo Infanti advierte posible lobby en retraso de proyecto que modifica el Código de Aguas

El obispo de Aysén acusa que la modificación al Código de Aguas sigue sin avance. A su vez, espera que este retraso en el proyecto comprometido por la Presidenta no tenga relación con lobby de empresas.

El obispo de Aysén acusa que la modificación al Código de Aguas sigue sin avance. A su vez, espera que este retraso en el proyecto comprometido por la Presidenta no tenga relación con lobby de empresas.

Obispo Vicario Apostólico de Aysén Luis Infanti recibió este jueves un significativo reconocimiento por su contribución a la protección del agua por parte del Comité Chileno para el Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO (CONAPHI Chile).

Los responsables de la nominación tomaron en cuenta que en 2008 Infanti publicó la Carta Pastoral “Danos Hoy el Agua de Cada Día’”, donde el prelado expresa que “estamos en un momento histórico en que se nos ofrece la oportunidad de un profundo cambio cultural, para reanimar la vida de nuestro planeta”, invitando a reflexionar sobre el valor del agua, como elemento vital para la humanidad.

En conversación con Radio Universidad de Chile, Luis Infanti afirmó que “ha pasado un tiempo ya desde entonces” y que no hay mayores cambios, salvo el anuncio de modificar el Código de Aguas y reconocer el agua como un Derecho Humano Fundamental.

“Fue una luz de esperanza que el 21 de mayo la Presidenta Bachelet haya anunciado que se iba a hacer una reforma al Código de Agua y una Ley de Protección de Glaciares. Pero es una luz de esperanza que aún está bien oscura, está muy subterránea aún esta luz”, afirmó y añadió que espera que algún día se pueda conocer el proyecto porque realmente el actual Código de Aguas en Chile es vergonzoso.

Infanti añadió que espera que esta demora no sea fruto de presiones de ciertos grupos políticos y económicos, cuando en estos días se discute sobre la relación íntima hay entre ambos.

“No quisiéramos que esta demora ya bastante significativa sea fruto de presiones, de lobby, de los que, evidentemente, tienen el poder del agua y son los dueños del agua en Chile, porque no nos olvidemos quien tiene el poder del agua tiene hoy día más poder del que tiene quien es dueño del petróleo”, afirmó.

Para el religioso el problema de la propiedad del agua es un asunto incluso de soberanía, afirmó, y puso como ejemplo el caso de Aysén donde el 96 por ciento del agua de la zona está en manos de Enel, empresa italiana que, afirmó, sólo está velando por sus intereses, netamente económicos.

“La economía es ciertamente una ciencia y una realidad importante en nuestra sociedad, pero hay Derechos Humanos que van mucho más allá de la economía, y de allí que la Carta Pastoral trate de ayudar a entender que la economía no es lo único y que incluso puede ser un elemento de esclavitud y nueva colonización en el mundo actual”, sostuvo.

Con esta mirada se refirió también a otro de sus temas centrales; la lucha contra HidroAysén. “A estas alturas deberíamos llamarlo difunto proyecto”, afirmó y añadió que tiene entendido que el personal de las oficinas de Santiago, Coyhaique y Cochrane fue duramente reducido, lo que consideró “un signo de que por fin han decidido tirar la esponja y reconocer que es un proyecto ofensivo para la cultura, el territorio y la dignidad de nuestro pueblo”.

Para el Obispo Infanti si bien el problema con estas centrales hidroeléctricas se manifiesta en la región de Aysén, “es una lucha de todo un país, porque no es sólo HidroAysén como tal, sino que hay un tema país en juego”, afirmó, más aun considerando que a través de él, dijo, se cuestiona qué tipo energía queremos como

 





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