El conflicto derivado de las opiniones del embajador y abogado Eduardo Contreras, sobre la política interna chilena y el caso que investiga el Ministerio Público, relacionado con los atentados explosivos, generó una serie de movimientos al interior de la Nueva Mayoría y logró que la DC y la Alianza salgan con una sola voz a defender al empresariado de cualquier sospecha y a desmentir la participación de la DC en el golpe de Estado.
Pero también permitió elucubrar teorías y levantar sospechas sobre la verdadera fuerza que tiene el PC al interior del pacto político.
La Alianza junto con acusar al gobierno de mediocre, informó que la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara envió a través de su presidente una invitación al Canciller Heraldo Muñoz y al embajador Eduardo Contreras para que esta instancia conozca los detalles que hicieron posible, lo que han denominaron como “un quiebre en la política exterior de Estado”.
Este incidente además dio pie a la Alianza para reponer la discusión sobre la propuesta que los embajadores puedan ser elegidos con la venia del Congreso.
El presidente de la UDI, Ernesto Silva, vinculó la situación a presiones del PC, exclamando que “el Gobierno está de rodillas ante el Partido Comunista”, y aseguró que seguirán insistiendo en que Contreras sea destituido.
Por otro lado, el diputado de RN José Manuel Edwards concluyó que este incidente internacional puso a Contreras en una situación delicada en Uruguay, pero además dejó de manifiesto que quien manda en el gobierno, es el Partido Comunista.
“Pareciera por la forma en que está todo esto ocurriendo y la rapidez, es que hubo un “gallito” pero uno tiene músculos y el otro está bien flaquito. La Democracia Cristiana hoy parece que no pesa en absoluto dentro del gobierno, salieron todos los dirigentes democristianos a pedir la renuncia, con toda razón y con toda justificación desde nuestro punto de vista, y sin embargo el gobierno sin chistar lo ratificó en el cargo, no podemos sacar otra conclusión, que quien gobierna y quien manda es el Partido Comunista”, expresó.
Esta teoría es refrendada a propósito de las reformas que impulsa el Ejecutivo, que la Alianza adjudica al poder del PC y el posicionamiento que tiene en el gobierno.
La diputada de RN Paulina Núñez no tuvo reparos en tildar al Gobierno de mediocre y sentenció que con este tipo de actitudes es imposible avanzar.
“Nos parece impresentable que una persona que representa a nuestro país en el exterior no haya sido capaz de renunciar y dar un paso al lado por el bien de Chile. Nos parece que el gobierno ha actuado de forma mediocre en economía, en educación, en el sistema electoral y hoy día, más encima, en relaciones exteriores. Creemos que esta situación debe parar, tenemos que hacerle un párale para que la Democracia Cristiana entienda que aquí tenemos que gobernar entre todos y el conglomerado que hoy está gobernando es el de la Nueva Mayoría, pero al parecer está gobernando la Nueva Minoría, está gobernando el Partido Comunista”, criticó
Los representantes de la UDI, insistieron en que este hecho afecta las Relaciones Exteriores. El senador Juan Antonio Coloma aseguró que la tradición en la política de Estado se ha quebrado.
“Lo que ha sucedido con la declaraciones políticas, arbitrarias insidiosas del señor Contreras es reírse de la política de Estado y decir que él dice lo que quiera cuando está afuera a diferencia de todos los embajadores en la historia de Chile que siempre han dicho lo que el Estado dice y esto es la nueva mediocridad en materia exterior donde se está rompiendo una tradición histórica y tiene quizá que ver con esta obsesión del gobierno de nombrar embajadores políticos y no de carrera, aquí se ha arrasado con la carrera funcionaria”.
En tanto en la Nueva Mayoría, las opiniones si bien respetaron la decisión tomada por la Presidenta Michelle Bachelet, se dividieron entre los obsecuentes y quienes mostraron su preocupación ante un posible precedente, entre ellos el senador DC, Jorge Pizarro y la presidenta del senado, la militante socialista, Isabel Allende.
El senador de la DC, Jorge Pizarro junto con calificar el caso como un bochorno de la Cancillería, aseguró que el embajador ha quedado desacreditado en Uruguay, sosteniendo que posterior a sus disculpas no tuvo la hidalguía de renunciar.
A juicio de Pizarro el precedente es negativo, pero también reiteró su preocupación por el ruido innecesario que generó al interior de la Nueva Mayoría y en la relación que tiene el Gobierno con los partidos políticos.
En el Partido Socialista en tanto, fueron menos críticos y solo catalogaron las declaraciones de Contreras como “desafortunadas”, palabras del mismo presidente del PS, Osvaldo Andrade quien respaldó la resolución.
Finalmente, Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista, quien durante toda la polémica fue el único que le otorgó un piso a Contreras, bajándole el perfil a la situación pero al mismo tiempo dejando todo en manos de la presidenta Bachelet, celebró la decisión y aseguró que su partido no ejerció ninguna presión.
Además, le respondió a la UDI, emplazándola a que mejor se preocupe del caso Penta, donde existe una investigación por aportes de campaña fraudulentos.
Con esto, se cerraría la polémica y Eduardo Contreras regresaría a su cargo como embajador en Uruguay, este martes tal como se tenía previsto su regreso. Tal vez más adelante a la luz de otros antecedentes, se podría precisar si el PC tiene la fuerza necesaria para doblar la mano al Ejecutivo, como también su capacidad discutible de movilizar a las organizaciones a la calle, y poder dilucidar lo que pudo ocurrir en la cocina de Palacio.