Una combinación de circo, teatro, música, animación y tecnología construye Lo que parecía un día normal, montaje de la compañía Circo Virtual que se presenta hasta los primeros días de noviembre en el Centro Cultural Gabriela Mistral.
Dirigido por Juan Pablo Corvalán, el espectáculo se centra en Juan y Magdalena, una pareja que comparte un departamento antiguo y que, aparentemente, no tiene nada singular. Sin embargo, los objetos que se encuentran en el lugar, que forman parte de su vida cotidiana, de pronto se vuelven extraños.
“Es una especie de realismo mágico”, describió Magdalena Pacheco, una de las intérpretes y también encargada de la música, que se confecciona no con instrumentos musicales, sino con los utensilios domésticos, como botellas y ollas, y con pelotas que rebotan en el escenario.
“Lo de circo está ligado a lo de las pelotas de rebote, que son como del porte de una pelota de tenis, pero de goma, y cuando golpean diferentes superficies van produciendo ciertos sonidos, se transforman en un instrumento de percusión. Ahí llegamos a la parte de la música, porque los ritmos que hacen las pelotas se mezclan con lo que hago con elementos de la casa, como las ollas, botellas y cucharones. Así, al final, el circo se mezcla con la música, ésta con el teatro y todo con la animación, que apoya todas las situaciones de la casa”, explicó.
La historia se desarrolla rodeada por ilustraciones y efectos producidos con nuevas tecnologías que pretenden representar lo que ocurre en el subconsciente de los personajes.
Así lo explicó Tomás Ives, encargado de las ilustraciones y el diseño gráfico, quien detalló cómo funciona la técnica del mapping en el escenario: “Por ejemplo, tenemos una pared que tiene un mueble y yo puedo iluminar cada cosa desde distintos puntos, por lo tanto, puedo lograr efectos como perder un poco la perspectiva o que las cosas, en la proyección, pasen por detrás del mueble, a pesar de que tenemos todo el espacio iluminado”.
Según el diseñador, fue durante la preparación del montaje que “empezamos a definir qué son las ilustraciones, qué son las proyecciones, qué está pasando y al final van apoyando esta idea del subconsciente de los personajes y la idea de la magia dentro de lo cotidiano, compartiendo el ritmo de la música, interactuando y tratando de completar el mundo gráfico de este circo”.
Lo que parecía un día normal se presenta de jueves a domingo, hasta el 9 de noviembre, en la sala N1 del GAM. Las entradas tienen valores entre tres y seis mil pesos.
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