Mirosevic por reforma al binominal: "El gran problema es la elección distrital"

El parlamentario explicó cómo funcionará este nuevo mecanismo, lo que no se pudo corregir y cómo beneficiará, según su opinión, a la democracia.

El parlamentario explicó cómo funcionará este nuevo mecanismo, lo que no se pudo corregir y cómo beneficiará, según su opinión, a la democracia.

Más de 21 horas se prolongó la discusión de reforma al binominal en la Cámara Alta. Esta aprobación pone fin a un sistema de electoral que acompañó por 25 años a la política chilena. Reemplazándolo por uno de “carácter proporcional inclusivo”.

Vlado Mirosevic, parlamentario Independiente conversó con el periodista Patricio López en Radio Universidad de Chile. Ahí explicó esta reforma y además, planteó un futuro con mayores posibilidades para los candidatos que no pertenecen a la Nueva Mayoría ni a la Alianza, pese a ser una modificación proporcional al sistema.

¿Cómo se dio la discusión para la tercera fuerza, o para los candidatos que no están incluidos en las dos grandes coaliciones?

Se puede tener críticas al detalle del proyecto sobre todo en el caso de los distritos y de las circunscripciones. Pero en general esto, sin duda, es un cambio radical al binominal. O sea, acá se termina con binominalismo. Por lo menos en la Cámara de Diputados se acaba en todos los distritos y en el Senado, solo hay algunas regiones donde se mantiene, pero en la mayoría se modifica.

Básicamente, aunque no sé cómo lo terminaron votando ayer, en algunas regiones solo se eligen dos escaños, manteniendo el sistema. En el resto de los distritos, por lo menos en la Cámara Baja, éste es un sistema proporcional. Pasamos desde un sistema en donde se favorecía a dos grandes bloques, a uno donde puede haber una democracia multicolor. Creo que con este proyecto vamos a tener una opción real de que una tercera fuerza puede alcanzar representación parlamentaria. Desde ahora no van existir excusas de dificultades para ingresar al sistema. Con esto cambió y en muchos distritos,  va a poder entrar con fuerza una tercera vía, e incluso una cuarta vía.

¿Cómo va a ser concretamente el mecanismo de elección?      

Es un mecanismo proporcional, básicamente utilizando el mismo sistema que los concejales, es decir, listas en donde se sumarán los votos. De esta forma existirán los mismos candidatos que escaños en competencia. Por ejemplo, hay un distrito de tres, de cuatro, de seis, de ocho escaños en competencia. En la medida que aumenta esta cifra, también lo hace la proporcionalidad, alcanzando una mayor democracia.

En la actualidad como solo se eligen dos parlamentarios es poco proporcional y democrático. Pero en la medida que uno aumenta los escaños, también se amplía la posibilidad de que otras minorías se unan al sistema. Tal como ocurrió con los concejales, donde cuando se cambió el sistema, a uno proporcional, generalmente las terceras fuerzas alcanzaron entrar en los últimos escaños.

En la discusión colectividades como el Partido Progresista, Revolución Democrática, el Partido Liberal, entre otros, habían planteado sus aprensiones  respecto a que el nuevo sistema los podría perjudicar. ¿Ese miedo quedó resuelto?

En gran medida. Había una letra chica, que es muy técnica, pero que básicamente perjudicaba a los partidos chicos. Sin embargo, el Ministro del Interior se abrió a firmar un protocolo con el comité independiente y los partidos alternativos derribando esas cláusulas  anti-competencia que tenía el proyecto. Hoy, esto mejoró mucho. Yo diría que el gran problema son los distritos, porque en los más grandes aumentará el aporte de recursos para poder competir. Por ejemplo, el Distrito de La Florida posee muchas comunas. Ahí será difícil que una lista de tercera vía obtenga los votos suficientes para obtener un escaño, porque tendría que haber muchos buenos candidatos con altas votaciones para que alguno pueda ingresar. No obstante, en los distritos más pequeños, en donde no son tantos escaños en competencia, los partidos de tercera vía vamos a poder tener una lista de candidatos que, sumado los votos de cada uno de ellos, va a permitir que por lo menos uno o dos puedan ingresar a la Cámara de Diputados. En general esta reforma se abrió a representar mejor a los partidos alternativos a pesar de que no pudimos modificar en el diseño lo que ocurrirá en los distritos. En ese punto, el ministro del Interior ya había declarado que no se tocaría y efectivamente no se hizo. Ni siquiera la Nueva Mayoría pudo influir ahí.

¿Qué ocurre con la transformación del Senado, en donde no ocurrirá lo mismo que en la Cámara de Diputados?

En el Senado opera el mismo sistema. En la medida de que haya aumento de escaños en competencia en una circunscripción, aumenta también la proporcionalidad. O sea, si yo elegí a dos senadores en una región solamente tenía la posibilidad de representar a dos sectores de la sociedad. Pero si yo elijo más, tengo la posibilidad de que otros sectores lleguen a la Cámara Alta.

Por lo tanto, en algunas regiones se fusionarán, aumentando el número de senadores y la proporcionalidad. Pero en otras tantas, hasta donde me quedé ayer, y si no me equivoco en siete circunscripciones se mantiene la elección de dos congresistas, lo que mantendría el sistema binominal en esos sectores.

¿Sería un sistema semi-binominal?

En lo que yo me quedé en el debate ayer, habría un sistema semi-binominal. Porque, y esta es la razón que da el Gobierno, hay algunas regiones en donde por cantidad de población no se le puede dar tres senadores. Por ejemplo, Aysén, que tiene 90 mil personas, no puede tener tres congresistas ya que se estaría sobre representando.

El problema que siempre aparece en los cambios electorales es que tiene que ser votado por propios participantes del sistema…

En un inicio cuando escuché el proyecto del Ministro del Interior, pensé que jamás iba a salir. Una propuesta sobre redistritaje, o sea, cambiarle el sector o el elector conocido a un parlamentario, obviamente genera que los parlamentarios se pongan nerviosos. Siempre pensé que esta reforma iba a ser muy difícil de aprobar por la experiencia de la derecha y también de la Concertación, en donde se oponían a cualquier transformación real del binominal. En la práctica no llegaban a votar o faltaba un voto que frenaba la modificación.

Éste no es un cambio cosmético. Es realmente una modificación desde un sistema binominal a uno proporcional, corregido, pero proporcional. Yo vi en el Congreso como desde el ministerio del Interior tenían que acarrear a los parlamentarios para que no se salieran de la sala y no se les escapó nadie. Esto por lo menos en la Cámara de Diputados. Ellos lograron, a la fuerza, en algunos casos una unidad para alcanzar los votos. Y con los independientes, que eran los votos que faltaban, lograron un acuerdo más democrático para no ir a un acuerdo con Renovación Nacional. Nosotros les dijimos que no fueran con RN, porque si el Gobierno iba con ellos, era probable que se pidieran condiciones poco democráticas.

Desarrollando un balance, para mí, el Gobierno tuvo coraje. Ya que las propuestas anteriores, siempre iban ligadas a mantener el sistema binominal y aumentando la cantidad de parlamentarios, siendo solo ese porcentaje elegido de forma más democrática, el resto siempre se mantenía igual.





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