Era el 31 de marzo de 2011 y en la plaza de Quilpué se encontraban reunidos Claudio Gajardo Cornejo, musicólogo de la Universidad de Chile, y Fernando González Morales, miembro fundador del grupo nacional Congreso. En aquella oportunidad solo uno habló durante largo tiempo, mientras el otro escuchaba atento una historia que los llevaría al pasado, a los años 60, a la adolescencia y el rock n’ roll, a la Nueva Ola, a los The Shadows, y finalmente a Los Masters.
¿Cómo surgió la banda? ¿Quiénes la integraron? ¿ Cuáles fueron sus aciertos? ¿Qué ocurrió antes de la formación de Congreso? fueron algunas de las preguntas que buscaba responder el investigador Claudio Gajardo Cornejo, porque “habían muchos datos que no conocía, de hecho no tenía idea con la historia rica a la que me iba a enfrentar. Y después, luego de cuatro años de investigación surgió la otra pregunta, ¿porqué en cincuenta años, desde que los hermanos González surgieron profesionalmente en la música hasta su formación actual, siempre se habló de Congreso y jamás se pensó en el pasado?”.
Este primer encuentro significó la puerta de entrada hacia un relato potente en anécdotas y hechos que vivieron los hermanos Fernando, Patricio y Sergio “Tilo” González para llegar a fundar, años después, Congreso, y que desembocó en el libro Shadow-cliff: La biografía de Patricio Hevia y Los Masters, publicado y con descarga gratuita en internet, por el mismo autor.
Gajardo llegó a la obra, de los oriundos de Quilpué, después de su tesis de Magíster en Musicología El beat chileno, El beat progresivo-psicodélico chileno y Los Sicodélicos (1964-1968). En esa investigación, su enfoque estaba destinado al beat chileno, que tiene relación con los grupos que surgieron en los años 60 en Chile, es decir Los Vidrios Quebrados, Los Beat 4, entre otros.
De este trabajo surgió un capítulo dedicado a Los Sicodélicos, en donde entrevistó a Francisco Sazo, voz actual de Congreso, quien le contó de Los Masters como parte del eslabón de la cadena. “Era una historia que sí o sí tenía que ser contada, sobre todo para los fanáticos de Congreso”, afirma el autor.
¿Cuales fueron los primeros acercamientos que tuvieron los hermanos González con la música?
Todo empezó cuando Fernando González, quien tenía 14 o 15 años, era estudiante del Colegio Rubén Castro en Valparaíso. Allí se realizaban diversos talleres, pero había uno que le llamó más la atención, y fue el de guitarra. Fernando se inscribe en ese taller y lleva a su casa su instrumento. Mientras él practicaba, veía cómo su hermano Patricio y después su hermano Tilo, que era el más pequeño, comenzaban a sentir curiosidad por la práctica musical que él hacía. Y uno de los grupos que más le llamó la atención eran The Shadows.
Ésta banda, que era instrumental y vocal inglesa, tenía un sonido muy pulcro, muy limpio. Hacían una música beat bastante entretenida, que de por sí era juvenil, pero con mucho aire instrumental. Esto le llamó la atención a Fernando González, quien comenzó a juntar discos y a emular a Hank Marvin, quien era el guitarrista de la banda.
La familia los apoya y el padre compra una guitarra para Patricio, quien comienza a sentirse comprometido con su hermano, ya que si Fernando tenía habilidad con los solos de guitarra, él decide hacer la guitarra rítmica. Hasta allí ya tenemos un dúo.
Estamos hablando por el año 1962, en Quilpué, y Tilo comienza a sentir curiosidad, pero más que por el sonido y los acordes, fue por el ímpetu y por el ritmo. Él se dio cuenta que a esas dos guitarras le faltaba ritmo y para dar con eso, arma una caja con semillas y maíz, toma las ramas de las flores plásticas y con eso tenía su propia batería. Ante esto, sus padres los apoyan y ayudan en la promoción, de hecho en la casa se realizaban malones donde los muchachos tocaban.
Este primer proyecto se llamó Los Jets, pero posteriormente se cambiarían el nombre a Los Stereos y se uniría a la banda su primo cercano Carlos Rodríguez, quien toma el bajo. Él los motiva a trabajar profesionalmente, y los bautizó como Los Masters en 1965. Para Rodríguez, “masters” era definido como una aspiración del hombre que tenía que alcanzar en esta tierra, tanto como ser humano y como persona.
*Registro basado en la Nueva Ola mexicana. Tema: “Buen rock esta noche”. En la voz, Patricio González.
¿Cuándo aparece Patricio Hevia?
La banda sabía que iba a aparecer un solista que los podía acompañar, y en medio de las reuniones que armaban en su casa, conocieron a Patricio Hevia, quien era un muchacho de la edad de Fernando, que tenía una postura rebelde, colérica y que se creía mucho el cuento, de hecho trataba de imitar a Elvis Presley. Pato se ofrece como vocalista e ingresó al grupo gracias a la especial simpatía que siente Carlos Rodríguez por él, al estar enamorado en secreto de su hermana.
Paralelamente, como The Shadows era una banda que servía de acompañamiento de Cliff Richard, se les ocurrió imitar la moda y denominarse Patricio Hevia y Los Masters.
Hasta ese momento, ¿qué rol juegan los integrantes de la banda?
Era una dinámica de ser muy buenos compañeros, muy buenos amigos y en esa instancia todos apuntaron a que el profesionalismo, sin lugar a dudas, los iba a llevar al éxito. También tenían la oportunidad de contar con un padre, José González, que nunca les dijo ¡dejen esas cosas y vayan a estudiar! Porque veía que los jóvenes tenían a un público que los respetaba en Quilpué, porque ellos comenzaron a presentarse más seguido, y el padre se dio cuenta que al grupo le faltaba, para ser profesional, el aspecto visual. Entonces, contrata a un sastre para que les confeccione un traje, un uniforme. Chaqueta roja y pantalones negros fueron los colores. Lo simpático era que bromeaban con la idea de parecer bomberos, sin embargo Patricio recibió una chaqueta blanca para diferenciarse.
Ellos conversaban mucho de cómo tenía que ser la música, que tenía que ser una cosa de mucho compromiso, fuerza mental, amistad, disciplina, trabajo en equipo y por ende, discusiones no habían. Era un entorno muy alegre. Creo que cuando en un proyecto artístico cumple con todos los componentes, apoyándose unos con otros, es difícil que algo salga mal.
¿Cuáles fueron los principales hitos que ocurrieron durante el tiempo que Hevia los acompañó?
Creo que lo primero sería la tocata que hicieron y en la que auspiciaron los bomberos de Quilpué. Luego de eso, un paso gigantesco va a ser la presentación en febrero del 65 en el IV Carnaval del Sol en la región, donde ellos lograron una mención importante en el diario La Unión de Valparaíso. Después, cuando ellos tocan en el Buque Esmeralda, donde había personajes importantes de la Nueva Ola invitados. Por su puesto, la radio Minería con su programa Discomanía donde lo conducía Víctor Muñoz, quien era la persona clave para que el grupo llegue a Santiago a tocar en la otra radio Minería donde se encontraba Ricardo García.
Luego de eso, pasamos al 66 y a una nueva versión del carnaval de Quilpué. Otro hito importante, sin duda fue cuando telonearon en el Festival de la canción de Viña del Mar en su versión número siete. Otro hecho ocurre cuando Carlos Rodríguez deja la banda por razones personales y laborales, y aparece Fernando Hurtado, quien será primer bajista de Congreso. Y finalmente cuando conocen a Julian García Reyes, el dueño del Sello Pleno, quien en definitiva fue el verdugo de la carrera musical de Patricio Hevia. Porque la decisión que él toma, lo hace luego de revisar una grabadora de cinta magnética, sin ver en vivo a la banda. Desde ese momento, el grupo vuelve a ser instrumental, de sesión para otros artistas, como le pasó a Los Rockets, Los Diablos Azules, entre otros.
Y la historia llega hasta ahí en el libro, ¿por qué esa decisión?
Porque luego de hacer la investigación completa, me di cuenta que el resultado sería un libro muy extenso, de unas 400 páginas, entonces decidí hacer una segunda parte, porque el grupo se llamaba “Patricio Hevia y Los Masters” y porque Patricio merece tener una atención especial. En este período surgen problemáticas que son interesantes de analizar. Mi idea era que la figura de Carlos Rodríguez y Patricio Hevia no quedaran en el olvido.
A tu parecer, ¿qué diferenciaba a Los Masters de otras bandas, como Los Primos, Los Rockets, Los Stereos o Los Átomos?
Difícil…porque en realidada Los Masters se parecían mucho al proyecto de otras bandas. En realidad son más similitudes que diferencias, porque todos estos grupos apuntaban a parecerse lo más posible a The Shadows, entonces la idea era más asemejarse que diferenciarse. Hasta aquí la carrera de Los Masters, y un poco antes que se conviertan en Congreso, estamos hablando de una emulación practicamente descarada y ellos te lo van a reconocer matándose de la risa y hasta con gusto, porque para ellos no había cosa más fenomenal que la gente le dijera: uy! ustedes se parecen a los Shadows, suenan igual! Y ellos decían, “eso es lo que nos gusta”. Ellos buscaban que la gente y los mismos grupos contemporáneos se lo reconocieran…era una cosa increíble. En el segundo libro ellos si tienen otra problemática, porque quieren diferenciarse de las otras bandas, y ese es el proyecto Congreso. Si uno mira a la distancia, Los Master y Congreso son casi los mismos músicos, pero son dos bandas distintas.
Finalmente, ¿qué es lo que le debe Congreso a Patricio Hevia y Los Masters?
Congreso le debe a Los Masters y también a Los Sicodélicos. Les debe porque, en primer lugar, Los Masters tienen la base musical que inspiró a Congreso, de los hermanos González, junto con Fernando Hurtado y luego en la voz de Francisco Sazo que viene de la columna de Los Sicodélicos.
De partida Congreso le debe mucho a los hermanos González, porque ese fue el germen que hizo posible que la banda hoy en día sea lo que es. Congreso tiene una gran reputación, un gran prestigio tanto dentro como fuera de Chile y esta perseverancia, este trabajo en equipo y estas ganas de “tocar las estrellas”, como dijo Carlos Rodríguez, se debe a ellos.
Y ¿qué le debe a Los Sicodélicos?, bueno todo lo que es la rebeldía, el colerismo y todo lo que guardó relación con hacer un long play el cual es la materialización del “hibridismo instrumental” o del mestizaje de combinar instrumentos mapuches andinos con una base rockera, como la Misa rock que Los Sicodélicos hacen, en el cual Congreso materializa.
Asimismo le debe mucho a Carlos Rodríguez, quien les dejó el legado de mejorar paso a paso, mediante la práctica musical, y jamás dejar la música.
Y respecto a Patricio Hevia, la idea era destacar su figura, porque le pasó lo que viven muchos músicos y artistas: que han muerto en completo anonimato e incluso en la miseria.
Shadow-cliff: La biografía de Patricio Hevia y Los Masters, de Claudio Gajardo Cornejo está disponible para descarga gratuita en internet, y se encuentra a la espera de materializarse en su versión física.
El libro completo se encuentra en el siguiente link.
Fotografía principal: Patricio Hevia y Los Masters en Radio Minería (1965). De izquierda a derecha: Patricio González, Carlos Rodríguez, Tilo González (al fondo y sentado), Fernando González y Patricio Hevia. Al fondo y de pie los disc-jockeys, Víctor Muñoz y Ricardo García.