Con un saludo de la canciller Alemana, Ángela Mérkel y de la ex secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hilary Clinton, se inició el evento internacional organizado por ONU Mujeres en la Estación Mapocho. El encuentro tiene por finalidad revisar los avances en materia de igualdad entre hombres y mujeres, desde que en 1995 se adoptara la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing.

La inauguración estuvo a cargo de la Directora de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka y siguió con el discurso del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon quien se declaró consciente y sumamente comprometido con la causa, y puso a la mujer en un sitial relevante en la agenda mundial para este 2015.

Para Ban Ki Moon empoderar a la mujer es contribuir a empoderar a la humanidad en el salto que requieren los nuevos tiempos: “Este es un año histórico. Cuando las Naciones Unidas toman pasos transformadores para un mundo armonioso con paz, trabajar erradicando la pobreza, apoyar al mundo, ayudarlo a luchar contra todas las tragedias, también tenemos los cambios climáticos, todos estos eventos que ocurrirán este año, tienen un solo objetivo y es que empoderemos al mundo”.

Si bien ambos funcionarios del organismo internacional reconocieron avances en el acceso a la salud con la reducción de la mortalidad femenina en embarazos por ejemplo, o el acceso a la educación primaria, señalaron que estos avances han sido mucho más lentos de lo esperado. Así lo indicó también la líder de ONU Mujeres.

“Todos los cambios que estamos viendo en la educación, no ha cambiado demasiado mucho de nuestra educación todavía, sigue siendo estereotipada, perpetúa el problema de igualdad de gente, y la socialización en los hogares, también, no ha cambiado demasiado. Las economías del mundo están diseñadas para que funcionen para los hombres, y en ausencia de las mujeres en los consejos, en puestos directivos, esto es una masa crítica, y si no es así los cambios no van a ocurrir”.

Se debe avanzar por tanto en la incorporación de la mujer en diversas áreas pero sobre todo, señalaron, en el ámbito de toma de decisiones.

Según cifras de Naciones Unidas, en 1995 las mujeres representaban el 11,3 por ciento de todos los parlamentarios en el mundo. Sólo cinco parlamentos (Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca y los Países Bajos) tenían más del 30 por ciento de mujeres miembros. Tres mujeres eran Jefa de Estado, y 7 eran Jefa de Gobierno. 20 años más tarde las mujeres representan el 21,9 por ciento de todos los parlamentarios: 39 cámaras bajas del mundo están compuestas de por lo menos 30 por ciento de mujeres, 10 mujeres son jefas de Estado y 15 son jefas de Gobierno.

En el sector privado, en 2013, las mujeres ocupaban el 11 por ciento de los puestos en las juntas directivas de las empresas más grandes y conocidas del mundo, lo que indica un aumento gradual de 1,7 puntos porcentuales desde 2009. Entre esas empresas, un 63 por ciento tienen por lo menos una directora, y 13 por ciento tienen por lo menos tres directoras. Una lista de los 200 ejecutivos mejor pagados en los Estados Unidos, publicada en el New York Times, incluyó a sólo 11 mujeres (5,5 por ciento del total). Las mujeres representan el 4,9 por ciento de los principales ejecutivos de las mil empresas más grandes.

En este sentido, si bien se reconocen algunos adelantos en el acceso de las mujeres a estos puestos, ellas siguen estando muy poco representadas, tanto en el sector público como en el privado, inclusive como Jefas de Estado y Jefas de Gobierno, ministras o directoras de agencias públicas o en el Parlamento, así como en las juntas directivas y cargos gerenciales en el sector empresarial. En esa línea se pronunció la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet.

“Pese a los avances, topamos con el núcleo duro de la desigualdad que hunde sus raíces en el poder, y en el control de su ejercicio en la sociedades. Por eso debemos impulsar con la mayor energía la presencia de mujeres en los espacios de decisión y liderazgo, no sólo como un fin en sí mismo, sino como la verdadera palanca que nos permitirá cambiar la inercia de las desigualdades de todas ellas, y especialmente las de género. Y únicamente, en la medida que el poder se distribuya de manera más equitativa, y se ejerza de manera más transparente y democrática, en la medida que incorpore a los dos hemisferios de la humanidad en su seno, será también más legítimo el sistema político, y el orden institucional de nuestras sociedades”.

Al respecto dio una panorámica de los avances a nivel nacional, destacando la reforma al sistema binominal con la incorporación de la exigencia a los partidos de contar con un 40 por ciento de candidatas mujeres en sus listas, aunque afirmó que esperaba que no fueran sólo candidatas sino que mujeres electas.

Por lo mismo afirmó que es urgente renovar el Parlamento -compuesto actualmente por un 86 por ciento de hombres-, en momentos que se debatirán una serie de debates como el aborto terapéutico, los derechos sexuales y reproductivos o el rol laboral femenino que requieren la mirada de mujeres para ser realmente legítimas.

Estos son algunos de los temas que se están tratando en esta cumbre, la cual continuará durante la mañana de este sábado.