En conversación con Radio Universidad de Chile, el historiador Sergio Grez analizó la coyuntura política nacional, en medio de la crisis instalada por las revelaciones de los casos Penta, SQM y Caval.

En ese sentido el académico sostuvo que en la actualidad “estamos viviendo una profunda crisis de legitimidad, tanto de la élite política como de la élite económica, que históricamente han estado asociadas”.

“Hay una creciente pérdida de credibilidad hacia estos poderes por parte de la ciudadanía que se refleja en las encuestas, redes sociales, conversaciones y en la eclosión de los movimientos sociales”, sostiene Grez.

“Hay muchos indicios de que la ciudadanía tienen un grado de escepticismo muy grande respecto de quienes nos gobiernan y de quienes nos dominan. No es una crisis terminal, porque faltan factores subjetivos como la conducción política, pero pareciera ser que es cuestión de tiempo”, advirtió.

A juicio de Grez, “la apuesta de la casta política consistiría en cambiar algo para que no cambie nada, esto es, gestionar la crisis con medidas parches como son las comisiones asesoras, pequeñas reformas legales o incluso agitar consignas como el ‘caiga quien caiga’”.

“No basta que exista una crisis social si no hay alternativas políticas respecto de la situación que se pretende superar, de lo contrario, puede derivar en reventones sociales, populismos de derecha incluso como en Brasil, pero no necesariamente en una alternativa de solución progresiva o progresista a la crisis. Hay por ende un tema de alternativa política que está pendiente en Chile”, señaló.

Finalmente, respecto de los alcances que debe tener una Asamblea Constituyente, Sergio Grez aclaró que ésta debe ser “un cuerpo electo democráticamente, soberano, destinado única y exclusivamente a la redacción de una nueva carta fundamental”.

En ese sentido agregó que “no se puede reducir el proceso constituyente solamente a la Asamblea. Hay que crear una fuerza constituyente ciudadana, mediante el cual se haga el vínculo que existe entre las demandas cotidianas y el problema constitucional”.