En su primera entrevista concedida al diario “El Mercurio”, el ex Contralor General, Ramiro Mendoza, analizó, entre otros ámbitos, el cargo que tuvo durante ocho años y que dejó el viernes recién pasado.

“La gente cree que el contralor es como un sheriff que va a salir a matar a los corruptos y, en realidad, uno forma parte de un engranaje.”, aseguró Mendoza.

En su cuenta pública, Ramiro Mendoza no incluyó el caso que afecta a Sebastián Dávalos, hijo de la Presidenta, Michelle Bachelet. En este escenario, Mendoza expuso que “hasta hoy no pasa de ser un cuestionamiento a la forma de enriquecimiento de un grupo de personas”. Aunque aseguró que esta situación puede impactar al estar involucrado el hijo de la mandataria.

Ramiro Mendoza, quien se convertirá en el próximo decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez dijo que ante los últimos casos de corrupción, “nos encontramos en una crisis de confianza.” Del mismo modo, el ex Contralor afirmó que “esta crisis es mucho más profunda que solucionar el problema de Penta, las Cascadas o SQM. Por eso no se puede tapar el dique con una ley”.

Si bien, Mendoza reconoció que es necesario “mejorar la calidad del control” en torno a la protección del Estado, también argumentó que “aumentar desmesuradamente los controles es una estupidez”. Para ello especificó que “hace mucho tiempo que el SII debió haberle ´saltado` el aumento de boletas de honorarios y facturas de trabajo que nunca se hicieron”.