Los relatos de un viejo llamado Neil Young

"El sueño de un hippie", el libro de memorias del músico canadiense, mezcla las valiosas narraciones sobre su carrera musical con sus múltiples pasiones: los trenes de juguetes, los autos clásicos y la lucha por recuperar la calidad de sonido en los formatos digitales.

"El sueño de un hippie", el libro de memorias del músico canadiense, mezcla las valiosas narraciones sobre su carrera musical con sus múltiples pasiones: los trenes de juguetes, los autos clásicos y la lucha por recuperar la calidad de sonido en los formatos digitales.

“Con cuidado, extraje de la caja un objeto pesado. Estaba envuelto en más papel de regalo y en una capa gruesa de un material protector esponjoso. Entonces lo vi”, escribe Neil Young (Toronto, 1945) en las primeras líneas de sus memorias. Podría estar hablando de una guitarra o de un amplificador, pero Neil Young está hablando de una ocupación a la que parece dedicarse con tanta pasión como la música: los pequeños trenes de juguete de colección.

No es casual que así comience El sueño de un hippie (Waging heavy peace), el libro que publicó en 2012 y cuya traducción acaba de llegar a librerías chilenas por medio de la editorial española Malpaso. En sus más de 400 páginas, Neil Young habla no solo de música, sino de todo lo que ha ocupado sus días hasta hoy. Se explaya sobre las enfermedades que él mismo y sus hijos han debido enfrentar, el amor por su -ahora ex- esposa Pegi, su rancho y sus estadías en Hawaii. Se extiende, sobre todo, acerca de dos de los proyectos a los que se ha consagrado en el último tiempo: Pono, su propio sistema de reproducción de música en alta resolución digital, y Lincvolt, su proyecto para desarrollar autos híbridos amigables con el medio ambiente, consecuencia de un amor por los automóviles cultivado desde pequeño. Todo aquello puede estar perfectamente junto en un capítulo de estas memorias, porque el relato de Neil Young salta de un costado a otro, sin respetar cronologías ni secciones temáticas. Más bien se trata de una narración que fluye de manera espontánea: de su infancia en Ontario puede pasar a los Squires, su banda de adolescente; de una experiencia grabando junto a los Crazy Horse, puede volver a las agotadoras monsergas acerca de la paupérrima calidad de sonido del formato mp3.

No se podía esperar, de todas maneras, un relato diferente de un Neil Young desafiado a escribir. Así es también como ha sido su carrera. Un día publicó Harvest (1972), el más exitoso de sus discos, plagado de joyas acústicas y apacibles, y al otro salió en una gira inundada de electricidad y tequila, registrada en el disco Times fades away (1973). El libro, entonces, no hace más que confirmar esa extraña obsesión por hacer muchas y muy distintas cosas, que ha llenado su discografía de títulos memorables y otros, al menos, insólitos.

Por eso, es probable que El sueño de un hippie solo sea disfrutado por quienes tengan paciencia para acomodarse a la españolísima traducción y rescatar algunas de las historias que surgen entre el caudal de anécdotas. Ahí están, por ejemplo, los inicios junto a los Buffalo Springsfield, su siempre tirante relación con Stephen Stills, la decadencia en la que cayó el súper grupo que conformó con Crosby, Stills & Nash, su encuentro temprano con Joni Mitchell o sus intercambios con Bob Dylan. Emocionantes son, también, los párrafos que dedica a algunos de los muchos fantasmas que pueblan sus memorias. Bruce Berry y Danny Whitten, roadie y guitarrista de los Crazy Horse, respectivamente, hundidos en la heroína. Ben Keith, amo de la steel guitar, fallecido en 2010. David Briggs, productor de alguno de sus mejores discos y compañero de aventuras. Valiosos, sobre todo, son los relatos sobre algunas cumbres de su discografía, como Tonight’s the night (1974) y On the Beach (1975), cuyas grabaciones están plagadas de mitos.

¿Unas memorias solo aptas para fans? Puede ser, aunque esperar algo más convencional hubiera sido como repetir una paradoja conocida y muy representativa: a mediados de los ’80, la discográfica de David Geffen demandó a Neil Young por hacer “música poco representativa de Neil Young”. Qué más se podía esperar, entonces, de sus memorias.

Memorias de Neil Young. El sueño de un hippie.
Neil Young.
Malpaso/ Océano
2014
416 pp.





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