Más de 2.800 piezas conforman actualmente la colección del Museo de Arte Contemporáneo. Más de 650 pinturas, más de un centenar de esculturas, unas 350 fotografías, cerca de 200 dibujos, collages y trabajos en técnica mixta y más de 1.200 grabados, además de 60 obras de artes aplicadas, conforman un acervo que hasta ahora se mantiene casi oculto.
Para comenzar a revertir esa situación, la institución acaba de presentar Catálogo razonado, un proyecto iniciado en 2012 gracias a un Fondart Bicentenario y que hoy cuenta con apoyo de la Fundación Itaú. ¿El objetivo? Organizar, sistematizar y empezar a exhibir un grupo de 250 obras, que además han sido estudiadas por especialistas chilenos y extranjeros.
Las exposiciones ya se iniciaron con MAC en tránsito: Cruzando tendencias, primera de las cuatro muestras que estarán en el Espacio Suecia 26 y que pretenden retratar la pintura chilena de la segunda mitad del siglo XX. Actualmente, el recinto expone trabajos de Enrique Zañartu (Vagabundo, de 1955), José Balmes (Momento N° 6, de la serie Vietnam herido, de 1969), Gustavo Poblete (EF-A3) y Bororo (Retrato, de 1978).
Luego, en septiembre, la colección viajará a la IV Bienal de Beijing para representar al museo, invitado oficial del evento. En octubre, finalmente, la exposición Catálogo razonado ocupará todos los espacios de la sede del Parque Forestal.
Entre las obras incluidas en el proyecto están Nacimiento de América (1953), de Roberto Matta; Mediodía (1941), de Emilio Pettoruti; una pieza de la serie Santo Domingo (1965), de José Balmes; y registros de acciones o intervenciones como Estudios sobre la felicidad (1981), de Alfredo Jaar; Las dos Fridas (2009), de Las Yeguas del Apocalipsis; y Tratado del entendimiento humano (2001), de Gonzalo Díaz.
También hay trabajos o registros de Gracia Barrios, Ramón Vergara Grez, Lily Garafulic, Ana Cortés y Elías Adasme, entre muchos otros.
“Es la historia completa de la colección y, además, una historia del museo”, dice Francisco Brugnoli, director del MAC, que comenzó a funcionar en 1947 con una exposición para la cual aportaron artistas y personas particulares, pero que hoy tiene piezas más antiguas.
“Si bien no corresponden a la primera colección de 1947 en adelante, se fueron agregando y hablan de la historia del arte local. Tenemos un Pedro Lira, un Valenzuela Llanos, es historia que también estamos entregando y difícilmente se ha mostrado antes. Creo que nunca”, añade Francisco Brugnoli.
Para preparar el proyecto, una treintena de investigadores, artistas y estudiantes debieron sumergirse en los depósitos del MAC y comenzar un trabajo que no solo contempló obras de arte, sino también otros objetos relacionados con el museo.
“Fue como tener dos bandos, uno encargado de registrar el depósito pieza por pieza y otro encargado de sistematizar la información de nuestro archivo, es decir, revisar documentos de correspondencia, prensa, impresos que se han ido generando en la historia de nuestro museo, para conformar un archivo histórico”, explica la encargada de la colección, Pamela Navarro.
Incluso algunos de los propios protagonistas han dado una mano. El artista uruguayo Luis Camnitzer, por ejemplo, confirmó de primera fuente que un grabado atribuido a “Luis C” se trataba en realidad de Portrait of Johnny, una obra de 1965.
“Es una gran cantidad de información que se ha tenido que manejar, pero nos ha permitido relevar las historias de las piezas, de la institución y de los movimientos artísticos, a nivel nacional y latinoamericano”, concluye Pamela Navarro.