El subdirector jurídico del Servicio de Impuestos Internos, Cristian Vargas, fue desvinculado de su cargo.
El funcionario, que por meses mostró sus diferencias con el ex director del SII, Michel Jorratt, explicó en una carta que su salida del Servicio tiene relación con su actuación en la investigación del denominado Caso Penta.
En el texto de despedida, el ahora ex subdirector habló de las presiones que habrían vivido: “Desde mediados del año pasado, en el marco de los denominados casos Penta y luego SQM, se ha presionado al Servicio para que no cumpla a cabalidad sus funciones en materia de delitos tributarios y limite las investigaciones de acuerdo a intereses extraños al organismo”
Finalmente desmintió cualquier deslealtad con Jorratt: “Aunque hacia mi persona hubo actitudes desleales, no actué de la misma forma. Al constatar ciertas acciones de falta de lealtad hacia mí, puse mi cargo a disposición del ex Director, a mediados de abril pasado, luego que fuera nombrado como titular; sin embargo rechazó aceptar mi renuncia, diciéndome que nunca había pensado en pedirme el cargo”.
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Estimados funcionarios:
Quiero comunicarles que hoy dejo de ser el Subdirector Jurídico del Servicio. El Director me ha pedido que renuncie al cargo en razón de que, bajo mi conducción, en los casos de delitos tributarios por todos conocidos, la Subdirección habría tenido un actuar autónomo de los lineamientos de la Dirección. Más allá de cualquier consideración sobre las motivaciones, lo importante es que, no contando con la confianza del Director, no puedo seguir en el cargo.
Agradezco en primer lugar el apoyo recibido por ustedes durante el tiempo que me ha correspondido dirigir esta Subdirección. Ha sido para mí una valiosa experiencia de trabajo, no exenta de errores, por supuesto, pero en la que he buscado que prevalezca siempre el propósito de mejorar y hacer más eficiente el trabajo jurídico del Servicio. Quedan proyectos inconclusos y otros por iniciar, los que ustedes han conocido en reuniones de trabajo y en las visitas efectuadas a todas las Direcciones Regionales.
Soy funcionario del Servicio desde el año 1995. En toda mi carrera en la institución he buscado que las decisiones que se adopten, en las distintas instancias en la que me ha correspondido participar, sea como abogado asesor, Jefe de Departamento o Subdirector, se fundamenten en consideraciones legales y técnicas, acordes con los objetivos del Servicio.
Nos ha tocado enfrentar en los últimos meses una situación muy difícil y compleja, relacionada con la investigación de delitos tributarios, cohecho, soborno y otros ilícitos, que afectan a personas con importancia social, económica y/o política, y que derivaron en presiones de todo orden hacia la institución. Esta situación ha colocado al Servicio en la disyuntiva de tener que optar por garantizar el carácter técnico y autónomo que ostenta como organismo fiscalizador, o de aceptar presiones externas y actuar de acuerdo a consideraciones extra institucionales, políticas o de otro orden. Ese y no otro ha sido el contenido del conflicto interno.
Desde mediados del año pasado, en el marco de los denominados casos Penta y luego SQM, se ha presionado al Servicio para que no cumpla a cabalidad sus funciones en materia de delitos tributarios y limite las investigaciones de acuerdo a intereses extraños al organismo. En relación con esta situación y en base a una serie de hechos acaecidos, me he ido formando la convicción que se ha intentado instrumentalizar al Servicio para que actúe de manera afín a acciones de encubrimiento de ilícitos tributarios y de protección de sus autores, intento que jamás acepté, impulsando una actuación institucional apegada a las disposiciones legales.
En relación al conflicto con el ex Director, Sr. Michel Jorratt, quiero decir que es falso que haya tenido alguna conducta desleal hacia su persona. Por el contrario, todas las sugerencias, recomendaciones y estrategias legales que le formulé, buscaron siempre fortalecerlo en su rol como Director del Servicio, y jamás debilitarlo. La lealtad es un valor que siempre me ha acompañado. La lealtad en la función pública tiene que ver con el cumplimiento fiel de las funciones encomendadas, con la legalidad y la verdad. Aunque hacia mi persona hubo actitudes desleales, no actué de la misma forma. Al constatar ciertas acciones de falta de lealtad hacia mí, puse mi cargo a disposición del ex Director, a mediados de abril pasado, luego que fuera nombrado como titular; sin embargo rechazó aceptar mi renuncia, diciéndome que nunca había pensado en pedirme el cargo.
Se ha intentado desacreditarme personalmente con acusaciones de “filtración” de información. Se trata de imputaciones injuriosas, carentes de todo fundamento. Algunos políticos y personas ligadas a los imputados en las investigaciones que desarrolla la Fiscalía, han difundido públicamente esa acusación para, seguramente, distraer la atención de lo principal y sustantivo: el intento de instrumentalizar al Servicio y usar la institucionalidad del país, para fines personales o de grupo. Tengo el convencimiento que la verdad al final se impondrá y todo se sabrá porque, felizmente, la opacidad en los asuntos públicos, se extingue paulatinamente en el país.
Personalmente estoy tranquilo porque sé que he actuado correctamente en mi rol de Subdirector Jurídico, buscando siempre garantizar y preservar la legalidad y probidad de las decisiones y actuaciones del Servicio, lo que estimo es uno de los aspectos centrales de la función.
Finalmente, quiero manifestarles que tengo la convicción de que el Servicio podrá superar y salir fortalecido de esta crisis, para el bien de nuestro país, los ciudadanos y los funcionarios de esta querida institución.
Un saludo fraterno,
Cristian Vargas Méndez
Abogado