A sus 25 años, María Luisa Bombal publicó La última niebla. Así, comenzó a tejer su obra que posteriormente sería clasificada como una de las publicaciones pioneras dentro de la literatura contemporánea en Latinoamérica.
Amiga indiscutible de Borges, criticada muchas veces por su alcoholismo y el intento de homicidio contra su amante Eulogio Sánchez, María Luisa Bombal es considerada como una de las figuras más importantes dentro de la literatura chilena.
El mismo Borges decía en el año 1982, “cuando en Santiago de Chile o en Buenos Aires, Caracas o en Lima se nombran los mejores nombres, no falta nunca el de María Luisa Bombal (…) Agradezco a mi suerte que nuestros caminos se hayan cruzado, hace ya tantos años, y que ahora pueda decirlo públicamente y presentar a los lectores de la otra América esta entrañable amiga y gran escritora chilena”.
Según, Macarena Areco, autora de Biografía y textualidades, naturaleza y subjetividad , reciente publicación dedicada a la escritora viñamarina, “ la literatura de María Luisa Bombal abre la novela contemporánea en Chile y en ese contexto se la liga al surrealismo, es decir a las vanguardias”.
De acuerdo a la académica, María Luisa Bombal “se destaca en temas como el onirismo y la importancia de la subjetividad. Ella se introduce en este mundo interior donde ya no interesa tanto contar lo que pasa afuera, el paisaje o describir los personajes típicos propios del criollismo, sino que interesa representar la subjetividad”, comentó.
La obra de María Luisa Bombal ha sido fuertemente estudiada por diversos académicos y ensayistas. En este sentido, Alicia Salomone, profesora de la Universidad de Chile, explicó que para entender la literatura de Bombal hay que situarse en un período histórico determinado.
“El contexto del desarrollo de la literatura de la década del 20 y 30 tiene que ver con las vanguardias literarias y con la constitución de las mujeres como un sujetos dedicados a la escritura. En estas primeras décadas aparece una mujer que se profesionaliza desde el punto de vista de la escritura”, explicó.
Las trenzas y los árboles de María Luisa
“En los márgenes de los modelos surrealistas y de la vanguardia en general, elabora un espacio propio en el cual la mujer deja de ser musa y mujer esculpida en un relieve, para convertirse en personaje de una problemática que devela en parte, la circunstancia de la mujer latinoamericana durante la primera mitad del siglo XX”. De esta forma la investigadora Lucía Guerra describe en María Luisa Bombal, Obras Completas, la obra de la escritora.
Según Guerra el trabajo de María Luisa está marcado por dos simbolismos fundamentales; la naturaleza y la cabellera de las mujeres que describe.
En el texto Guerra declara que “la cabellera larga es una prolongación de la naturaleza que, desde su ámbito mágico y desconocido, transmite otros modos de saber”.
De ahí por ejemplo la existencia de su texto Trenzas en donde la escritora indica que “la cabellera arranca de lo más profundo y misterioso”.
De acuerdo a Macarena Areco, esto se debe en parte, al fuerte interés que tenía Bombal respecto al mundo exterior.
“María Luisa Bombal se mete en lo que realmente vivía una mujer en esa época entonces aparecen temas como el amor, el desamor, la imposibilidad del hombre con la mujer, la violencia o la casa. En Bombal la casa no es algo ideal, sino que es lo exterior lo que le permite conectarse con otras fuerzas, de ahí su interés por la naturaleza”, comentó.
Lo interesante de Bombal también tiene que ver con la ambigüedad de su postura frente a todo. Una mujer conservadora, que no publicó mucho, que no era feminista ni claramente ideológica, pero que pese a ello, concedió una de las primeras escrituras dedicadas a describir el acto sexual.
De acuerdo a Alicia Salomone, “Bombal es interesante porque ella nunca fue una mujer que se posicionó desde una perspectiva feminista o rupturista respecto de los modelos femeninos predominantes, más bien, tanto en la vida como en la literatura muestra otra vida de mujer. Es interesante porque fue bastante conservadora respecto a cómo veía la situación de las mujeres”, explicó.
A 105 años de su natalicio
Bombal nunca recibió el premio Nacional de Literatura. Su obra fue escasa, sin embargo, influenció a la novela latinoamericana, lo que se ejemplifica con el libro Pedro Páramo de Juan Rulfo (1955), texto que señala como antecedente a La Amortajada de María Luisa.
Su influencia se notó además en la crítica feminista quien destacó el aporte de María Luisa respecto al cómo instauró un habla femenino en el que la mujer ya no era concebida como una musa, sino que vivía el desamor y la violencia, entre otros temas.