La baja ventilación y la escasez de lluvia son parte de las razones que baraja en este momento la Intendencia Metropolitana para decretar emergencia ambiental en Santiago. Estos dos factores no han ayudado a reducirla concentración de material particulado en la capital.
Por esta razón, y luego de tres preemergencias ambientales consecutivas, el Intendente Metropolitano, Claudio Orrego, reconoció que no esperaba que se mantuviera este estado.
“No podemos descartar que mañana decretemos emergencia. La calidad del aire en Santiago está en sus peores niveles. Primero, estamos con pésima ventilación, casi no hay viento, el smog no se ha ido y estamos con muy malos niveles de lluvia”, expuso el Intendente.
En caso de que se concrete la emergencia, para este lunes, se restringiría en ocho dígitos a los vehículos sin sello verde y en cuatro a los catalíticos. Asimismo, se suspenderían las clases de educación física, se prohibiría el uso de calefactores y de las fuentes industriales más contaminantes. Esta medida se daría a conocer durante la tarde por la Intendencia de la Región Metropolitana.