Sin dudas, en el partido más duro que ha debido enfrentar Chile en el certamen continental, La Roja derrotó por la cuenta mínima a los charrúas y consiguió el paso a semifinales y a la ilusión por levantar este título por primera vez en su historia.
En el primer tiempo, el encuentro se mostró muy cerrado, con una férrea defensa celeste que estuvo impecable en conjurar los embates nacionales, no obstante Chile siempre se mostró con más ganas de conseguir el premio final, lo que se vio aún más incrementado en el segundo lapso, cuando en el minuto 62, Edinson Cavani vio la tarjeta roja después de un entrevero con Gonzalo Jara.
Desde ese momento, fue un monólogo de La Roja, pero que no se concretaba en el marcador, y cuando los fantasmas de los penales ya se dejaban sentir en el coliseo ñuñoíno, Mauricio Isla recibió un pase de Jorge Valdivia, y con un zapatazo desde fuera del área, venció la resistencia del hasta ese entonces imbatible Fernando Muslera.
Fiesta en las tribunas, con las más de 45 mil personas que abarrotaron el principal escenario deportivo del país vitoreando el triunfo parcial, mientras que en la cancha los charrúas entraban en el descontrol, lo que se reflejó en la dura entrada de Jorge Fucile a Alexis Sánchez. Segunda amarilla y a las duchas, lo que generó un tumulto y agresiones al árbitro asistente de parte de jugadores de la Celeste, pero que no se tradujeron en más expulsados.
Pitazo final, y la locura se apodera de los asistentes en las gradas y de los jugadores en la cancha, que ahora esperan el partido de este jueves entre Bolivia y Perú, del cual saldrá el rival de Chile en las semifinales de la Copa América.