Pasadas las cinco de la mañana de este lunes 20 de julio la bandera cubana fue izada en las afueras del Departamento de Estado en Washington.
Luego, se realizó una ceremonia organizada por la delegación cubana en su nueva embajada. A la cita asistieron unos 700 invitados, entre ellos, el cantante Silvio Rodríguez. El acto comenzó a las 11.30 con una marcha de la bandera, la cual fue enarbolada para entonar el himno nacional y descorrer la tela de la placa de bronce con el nuevo título: “Embajada de la República de Cuba”, en lo que fue una ceremonia breve, pero solemne y emotiva.
Al cierre, el canciller Bruno Rodríguez afirmó que la bandera que se honró a la entrada de la sala es la misma que fue arriada hace 54 años y conservada celosamente “como anticipación de que este día tendría que llegar”. En ese sentido, dijo que “ondea nuevamente la bandera de la estrella solitaria, que encarna la generosa sangre derramada, el sacrificio y la lucha más que centenaria de nuestro pueblo, por la independencia nacional y la plena autodeterminación”.
Además, recordó las advertencias de José Martí sobre “la excesiva apetencia de dominación que toda una historia de desencuentros ha confirmado”. El canciller se dio el tiempo de saludar al líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro. “Así culmina una primera etapa del diálogo bilateral y se abre paso hacia el complejo, y seguramente largo, proceso de normalización de las relaciones bilaterales”, dijo.
Por su parte, desde Chile el Canciller Heraldo Muñoz, expresó su satisfacción con la apertura, afirmó que “después de medio siglo este es un nuevo momento de la historia” y añadió que espera que con esto venga también el fin del bloqueo.
Sin embargo, no todas las barreras fueron derribadas. El gran pendiente es seguir trabajando en los acabar con los obstáculos comerciales y financieros que puedan derivarse de las sanciones. En ese sentido, Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista e integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, dijo que el acto de izamiento compromete a “toda América Latina y a Estados Unidos en una nueva etapa de relaciones, en que espera que exista una mayor colaboración, pero en un píe de igualdades desde todo punto de vista”. Por lo mismo, recordó que es evidente que quedan temas pendientes. “Todavía no se levanta el bloqueo y aún Estados Unidos mantiene una base militar en territorio cubano que debiera ser devuelto a Cuba en el transcurso de las negociaciones”.
Sin embargo, tras la primera reunión entre el Canciller cubano y el Secretario de Estado de Estados Unidos, las noticias no son auspiciosas para la Isla. En la conversación, John Kerry dijo que “por el momento no hay ninguna intención de alterar el tratado de arrendamiento de Guantánamo”. Sobre el embargo, dijo que esperaban poder acabar con la medida, pero que “podría tardar mucho tiempo”.
Para los ciudadanos cubanos la jornada histórica debe ir más allá del mero simbolismo y permitir que se concreten cambios reales y más profundos en las relaciones entre los países, como el pleno respeto de la soberanía cubana.
Diosnara Ortega, socióloga cubana y actual candidata a doctora de la Universidad Alberto Hurtado, puso una señal de alerta en que Estados Unidos aún no designe un embajador, sino que el máximo jefe sea un encargado de negocios interino, que es el actual Jefe de la Sección de Intereses en Cuba. “Eso se podría leer de dos maneras: o que está pensando en otra figura o, al menos por ahora, Obama no pone aun embajador, para calmar un poco los ánimos contrarios que tiene al interior del Congreso”.
La académica afirmó que “hay que estar atentos al desarrollo del proceso” aunque sostuvo que ha avanzado con celeridad, más de la habitual para los cambios en la Isla.
En Cuba se espera que la ceremonia se realice el próximo 14 de agosto, cuando el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, arribe a La Habana.