En conversación con el Tema del Día de Radio Universidad de Chile, el abogado Nelson Caucoto se refirió a los desafíos en materia de derechos humanos, toda vez que las violaciones cometidas en dictadura reflotaran en los últimos días a la luz de los nuevos antecedentes del Caso Quemados.
En ese sentido, reprochó el rol del Ejército y cómo han preferido mantener el mismo accionar desde el fin de la Dictadura. “Desde la época de la dictadura se han mantenido en bajo perfil en circunstancias que son los protagonistas fundamentales de todo lo que ocurrió”. Por eso, el llamado es a que entreguen toda la información que, ciertamente, resguardan, aseguró Caucoto.
Para el abogado, el Comandante en Jefe de la institución castrense debe ejercer un liderazgo acorde a un régimen democrático. Mandato en el que obligue a todos los militares a entregar la información sobre los crímenes cometidos en el pasado, “de modo tal que los actuales integrantes puedan saber que exista un paradigma moral por el cual guiarse y que existe una jerarquía que se enmarca dentro del respeto a las personas y a la legalidad interna”.
“Ya no podemos seguir haciéndonos los lesos. El actual comandante es el formador de nuevas generaciones y, a ellos, hay que educarlos en derechos humanos. No se puede alentar, a través del silencio, la repetición de conductas criminales”, dijo.
Para Nelson Caucoto es indudable que el gobierno puede “hacer más” para precipitar que el Ejército colabore activamente con la justicia. Siendo la figura presidencial un aspecto fundamental para “permear” a las instituciones que están a cargo de los procesos. “Si existe una voz débil, mediatizada, es obvio que ningún proceso se va a acelerar”.
Pese a ello, la explicación “racional” para dar cuenta de por qué en Chile han pasado cuarenta años sin condenas efectivas a los más de mil casos que se investigan por delitos de lesa humanidad, se basarían en el accionar de los tribunales de justicia, los que por 27 años mantuvieron una política de protección e inactividad para sancionar los delitos cometidos en dictadura.
“Salvo contadas excepciones, la justicia en Chile empieza a operar como sistema en el año 2000. Ahí comienzan las investigaciones en serio, con una institución como la designación de jueces con dedicación exclusiva, lo que ha provisto de importantes avances”. Por ello, pidió restituir la figura, con cargas laborales acotadas, que no lleven más de 30 o 40 causas para generar rápidos avances.
Ejemplo del éxito, sería que entre 2000 y 2003 hubo 400 procesamientos. “Aquí hay que poner las cosas en su contexto. Hoy día, los jueces han ido venciendo los pactos de silencio en los juicios, a partir de grandes investigaciones”, dijo reconociendo el trabajo que llevan adelante los magistrados.
“Esto tiene que tener un horizonte temporal. Para eso hay que usar el tiempo que requiera, pero para avanzar hay que destinar a muchos más jueces para tener efectividad. Falta personal de la Policía de Investigaciones para que apoyen la tarea y ampliar recursos a todas las instituciones que son auxiliares de la justicia. Solo una mirada global, nos podrá disipar un futuro y enseñar una democracia más sólida cuya base sea la justicia”, agregó.
Cambio de postura de la derecha
Nelson Caucoto califica como “saludable” el que la derecha pida el fin de los pactos de silencio de las Fuerzas Armadas. “Dentro del ciclo histórico que vivimos, hay un hecho premonitorio. Hace dos años se dictaron las primeros procesamientos en el caso de Víctor Jara y no hubo ninguna recriminación de parte de ellos”. Eso, sería un reflejo de la transversalidad del sentimiento de instalar justicia, plantea el defensor.
En ese mismo sentido, destacó las palabras de todos los personeros del sector que “han recogido el guante y reconocido la situación”.
Sobre el rol de Augusto Pinochet y su juicio histórico dijo que “todo el mundo sabe que él fue el director de orquesta de todo lo que pasó”. Por ello, le parece “obvia” la información desclasificada que entregó el gobierno de Estados Unidos sobre su participación en el encubrimiento del Caso Quemados. “Es una verdad revelada, pero que ya se sabía”.
“Una sola palabra de él habría significado evitar la muerte de muchas personas en Chile, pero, al contrario, alentó el encubriendo, la impunidad y ese es el juicio histórico que tenemos de Pinochet y de los jerarcas durante la Dictadura”, concluyó el abogado.