Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Dos funciones para una misma cartera y que ha generado críticas en los últimos años sobre la real capacidad del servicio de poder ejercerlas con eficacia, más aún en medio de los constantes cuestionamientos que, especialmente desde la Alianza y algunos personeros de la Nueva Mayoría viene realizando en relación con el supuesto aumento de la delincuencia.
Ya en 2011, el entonces diputado del PPD Felipe Harboe ponía énfasis en la necesidad de que se legislara para decretar la separación de ambas carteras, considerando que la labor de gestión política del Ministerio no permitía que pudiera focalizarse también en la seguridad pública, misma idea que presentó en 2014 el ex Presidente y ex senador Eduardo Frei de crear un Ministerio de Seguridad Pública.
Desde la llamada bancada transversal por la Seguridad Ciudadana, el diputado DC Gabriel Silber se manifestó contrario a esta idea, ya que considera necesario que Carabineros siga dependiendo del Ministerio del Interior, y recordó la situación que consagró la Constitución del 80 en sus inicios, que estipulaba mantener a la policía uniformada como parte de las Fuerzas Armadas.
“Yo no soy partidario. Desde que logramos la modificación constitucional que permitió traspasar a Carabineros de su dependencia de las Fuerzas Armadas, como era al amparo de la Constitución del 80, para llevarlos a una dependencia civil que es la tutela del Ministro del Interior, y la creación de la Subsecretaría de Prevención del Delito. Pienso que esto va en la lógica contraria a que, obviamente, una policía eficiente, con resultados policiales, en este caso, evaluables por parte de la ciudadanía, requieren, obviamente, depender de la máxima autoridad del país”.
La también miembro de esta bancada, la diputada RN Marcela Sabat sostuvo que no es momento de que se generen este tipo de cambios, y en cambio llamó a mejorar la gestión de las policías en relación con el resguardo de la seguridad ciudadana.
“La verdad yo creo que la prioridad hoy día es que ellos puedan asegurar lo que el Estado mandata, garantiza los derechos, que deba ser como Ministerio vinculado con la seguridad ciudadana y asegurársela a todos los chilenos. Pero creo que en este minuto no es el momento para hacer innovaciones en esta materia”.
Quien se manifestó a favor de la posibilidad de propiciar esta división de funciones fue el diputado del PS, y miembro de la Comisión de Seguridad Ciudadana, Leonardo Soto, quien hizo hincapié en la multiplicidad de funciones que la gestión política ya le importa al Ministerio del Interior, como para preocuparse de la seguridad pública, por lo que manifestó su beneplácito a que esta segunda función tenga carácter ministerial de forma autónoma.
“Implica que se produce una dualidad de funciones que no es fácil de sobrellevar. La ley establece, por ejemplo, que se deba reunir con bastantes periodicidad, con bastante regularidad, el Consejo Nacional de Seguridad Pública, y también los consejos regionales, y esas coordinaciones entre la autoridad ejecutiva y las policías, y todo lo que implica los demás servicios públicos que funcionan en torno a esta temática, requieren una atención focalizada y especializada, y que probablemente serían mejor atendidas si estuvieran ambas funciones separadas con rango ministerial, sin duda”.
El diputado Soto, además, criticó a sus pares que conforman la llamada bancada transversal por la seguridad ciudadana, ya que a su juicio, sólo se enfocan en otorgarles mayores atribuciones a Carabineros, como es el polémico control preventivo de identidad, el cual para los detractores de esta iniciativa, es una detención por sospecha encubierta, por lo que el diputado socialista prefiere llamarlos “bancada por el control de identidad”.