Luego de muchas reuniones y búsqueda de consensos, el proyecto de ley que Moderniza el Sistema de Relaciones Laborales, conocido también como Reforma Laboral, llegaba a la Sala del Senado.
Las diferencias dentro de la Nueva Mayoría están a la vista. Temas como el reemplazo en huelga y la extensión de beneficios de la negociación colectiva a trabajadores no sindicalizados generan posturas diametralmente opuestas.
En lo general, pareciera existir consenso. “Una deuda con los trabajadores”, “la búsqueda de equilibrio en las relaciones laborales” o “el fortalecimiento de los derechos colectivos”, son parte de los discursos parlamentarios.
¿Pero qué ocurre cuando la discusión se aterriza a los aspectos particulares? Desde los partidos de la Nueva Mayoría reconocen las diferencias y las dificultades para votar en bloque.
¿Una nueva pasada por la cocina de los acuerdos? Las negociaciones impulsadas desde los ministerios de Hacienda y Trabajo así lo demostrarían, si es que ya no ha ocurrido, que es lo más probable. Esto, a propósito de las indicaciones que el Gobierno debería enviar al Congreso, con un plazo fijado hasta el 7 de septiembre.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ya asumió un rol preponderante en el nuevo escenario que se ha planteado para la Reforma Tributaria. En la Reforma Laboral se suma a las negociaciones que desarrollara antes la ex ministra del Trabajo Javiera Blanco. Hoy, con su sucesora, la DC Ximena Rincón.
Hace dos semanas, la Comisión de Trabajo del Senado aprobó la idea de legislar en general el proyecto. Entre los senadores oficialistas advertían la importancia de resguardar la titularidad sindical, la huelga sin reemplazo y los pactos de adaptabilidad, además de proyectar observaciones a la negociación colectiva.
Sin embargo, cuando se trata de la discusión en particular, las diferencias dentro de la Nueva Mayoría son reconocidas por sus propios integrantes. Temas como el reemplazo en huelga y la extensión de beneficios de la negociación colectiva a trabajadores no sindicalizados generan posturas diametralmente opuestas.
En la antesala, como suele ocurrir en este tipo de instancias, aparecieron las presiones desde distintos sectores.
En la mañana de este martes, en el Congreso, una reunión entre la directiva de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría. ¿El resultado? Compromiso de los 21 senadores oficialistas para reunirse nuevamente con la multisindical, en el momento en que se conozcan las indicaciones del Gobierno.
Desde el ámbito empresarial, su propia jugada. Hace algunos días, la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (Amcham), que agrupa a 600 empresas, se reunió con la ministra Ximena Rincón. ¿El objetivo? Entregarle una carta con sus reparos a la reforma.
“Las legislaciones que consagran la huelga en términos tan absolutos, sin reemplazos ni descuelgue, crean un riesgo económico y operativo tan fundamental para las empresas, que las inversiones extranjeras y provenientes de multinacionales bien pueden optar por instalarse en países con regulaciones menos severas en esta materia”, contiene parte de la misiva.
La tarde de este martes se inició con la exposición del PS Juan Pablo Letelier, como presidente de la Comisión de Trabajo, para dar cuenta de lo acordado en dicha instancia.
Luego fue el turno de la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, quien en representación del Gobierno expuso los detalles del proyecto, apuntando a “un diagnóstico ampliamente compartido”, además de recordar que la instancia fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados.
Posteriormente fue el turno de las exposiciones de los senadores. Antes de suspender la sesión, sólo alcanzaron a referirse al proyecto los DC Carolina Goic e Ignacio Walker, el independiente Alejandro Guillier, el UDI Hernán Larraín y el RN Andrés Allamand. El debate se retomará este miércoles, para dar paso al resto de las exposiciones, así como a la votación en general del proyecto.
De ser aprobada, la iniciativa que busca modificar el sistema de relaciones laborales a través de cambios al Código del Trabajo regresará a la Comisión respectiva para iniciar la discusión en particular.