En relación con la posibilidad de derogar dicho cuerpo legal, el subsecretario de pesca Raúl Súnico ha señalado que “sería como volver a la era de las cavernas en el sector”, por cuanto implicaría que no habría protección a los recursos pesqueros, idea que fue rechazada por el representante del Consejo de Defensa del Patrimonio Pesquero, Gino Bavestrelo, quien señaló que en tal caso quedaría vigente el cuerpo legal de 1991 mientras se elabora una nueva normativa.
Además, Bavestrelo desmintió al subsecretario, al indicar que no es tarea de la FAO determinar las debilidades de la ley Angelini-Longueira.
“No se puede meter en los problemas internos de los países la FAO, solamente podrá discernir en lo relativo a la seguridad alimentaria en el mundo, entonces sobre qué situación el Subsecretario me habla o de qué le informa al país cuando dice que si eliminamos la ley quedamos sin ley y regresamos a la época prehistórica. Sabe qué, el Subsecretario de Pesca sigue mintiendo y de verdad lo llamo a cambiarse el apellido, no debería ser el señor Súnico, sino el señor Cínico”,
Hugo Gutiérrez, diputado comunista se refirió también a la poca legitimidad de la vigente ley de pesca, por los pagos que algunos parlamentarios, particularmente de la zona norte del país, recibieron en plena tramitación de la normativa por parte de la pesquera Corpesca.
“Nosotros creemos que efectivamente hay un cuestionamiento a la Ley de Pesca que no podemos decir que es espurio, visualizado como un gran negocio que hay que adjudicarle a las famosas siete familias de industriales pesqueros, porque ese es el gran negocio, sino que para que ese negocio se pueda adjudicar es necesario un Parlamento funcional a los intereses de este modelo extractivista”.
El senador (PS) Rabindranath Quinteros, miembro de la Comisión de Pesca e Intereses Marítimos de la Cámara Alta, instancia en la que los senadores oficialistas introdujeron un proyecto de modificación de la Ley de Pesca señaló que el propósito de la moción parlamentaria es iniciar un amplio proceso de discusión que permita despejar las dudas que ensombrecen la actual normativa.
“Con la moción que hemos presentado no somos dueños de la verdad, por el contrario, hemos hecho esta moción precisamente para provocar una amplia discusión en relación a esta ley de pesca, a cómo se aprobó, y a la falta de legitimidad y transparencia que nosotros queremos evitar”.
Además, en el encuentro, se discutió la situación de la jibia, cuya cuota se encuentra fraccionada en un 80 por ciento para los pescadores artesanales y un 20 por ciento para los industriales, quienes se interesaron por el recurso solo hace un par de años, dada la baja en el resto de la biomasa oceánica.
En este sentido, Daniel Núñez, diputado Comunista y autor del proyecto de ley de la jibia señaló que para la apropiada conservación del recurso es necesario que se establezca legalmente el arte de pesca a emplear en la explotación de esta especie, eliminando la pesca de arrastre en sus distintas modalidades, pues además de arrasar con la fauna, daña el lecho marino, impidiendo la regeneración de algas hasta por cinco años.