A primera hora el Gobierno salió a la defensa de las indicaciones del proyecto de ley que modifica las relaciones laborales. Esto después de que el vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Nolberto Díaz, criticara el mecanismo propuesto por el Gobierno para que, quienes no adhieran a un sindicato movilizado, sigan trabajado.
Ante esto, la Ministra del Trabajo, Ximena Rincón, aseguró que ésta modificación no atenta contra el derecho efectivo a la huelga.
“Hemos sido súper cuidadosos, como Ejecutivo, en ser capaces de compatibilizar el derecho a huelga efectiva con el derecho de los que no están en huelga a trabajar, y para ello la redacción que hizo el Ejecutivo dice relación con que el empleador pueda adecuar a los trabajadores que están laborando a cumplir sus funciones en el lugar donde las prestan. No hay ambigüedad ni espacio para reemplazo encubierto”, afirmó.
Por su parte, el Ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés insistió en que se han dado una serie de “opiniones destempladas” sobre el detalle de las indicaciones, incluso antes de que se hicieran públicas.
Asimismo, la Multigremial de Emprendedores de la Conapyme, junto a líderes de los principales sectores productivos del país, se declararon “en Estado de alerta” por la falta de precisión de las autoridades.
A eso se sumó la Confederación de la Producción y del Comercio y todas sus ramas quienes sostuvieron que las indicaciones podrían significar un retroceso respecto al proyecto despachado en primer trámite constitucional y que, por ahora, atenta contra la empresa, sus trabajadores y el desafío de mejorar la productividad.
En tanto, los senadores de la Nueva Mayoría apoyaron las indicaciones presentadas y criticaron a la Alianza, que votó en contra de discutir en general el proyecto. Además, reprocharon a los empresarios quienes aún mantienen una mirada reticente al proyecto, pese a que una de las indicaciones genera, justamente, normas nuevas para las pequeñas y micro empresas.
La senadora PPD, Adriana Muñoz, afirmó que “el fantasma que ha recorrido este debate y los miedos que han levantado la derecha y el empresariado no tienen ningún fundamento, sólo el temor a que se le afecten privilegios que han tenido estos últimos 25 años con el plan laboral del Piñera, privilegios en materia de condiciones laborales que no tienen en otros países donde invierten” afirmó. La senadora añadió que en todos los países hay huelga efectiva y negociación por rama, último ítem que, reconoció, dejaron fuera de esta iniciativa.
Por su parte el senador socialista Carlos Montes, afirmó que este tema se está discutiendo desde 1990 y recién se logra dar este paso en una reforma que catalogó como “moderada”. A su vez, la jefa de bancada dela Democracia Cristiana, Carolina Goic, presidenta de la Comisión interna encargada de la materia, afirmó que aún hay algunas materias donde los parlamentarios pueden presentar indicaciones.
Además, el presidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg afirmó que pudiendo ser una muy buena reforma estamos entrampados que ni siquiera a La Nueva Mayoría les gusta.
“Yo le preguntaría a los senadores de la DC si están de acuerdo y al parecer no. Esto es un tema que no resiste mucho análisis, y una mala reforma es evidente que el Gobierno debería retirarla y repensarla y no apurarla porque nadie lo apura”, dijo.
De hecho, desde la oposición no presentaron diversas indicaciones durante la tarde del lunes, aunque insistieron en que sería mejor retirar el proyecto del parlamento y volver a discutirlo. Tampoco descartaron la idea de acudir al Tribunal Constitucional si se aprueba el texto.