El semanario francés Charlie Hebdo vuelve a probar los límites de la libertad de expresión. Esta vez, los dibujantes de la publicación se ocupan de retratar a su manera la mayor crisis migratoria que enfrenta Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Y, a juzgar por las viñetas que se han filtrado del número que llega a las librerías este miércoles, la controversia está servida.
Una de los dibujos hace referencia a la icónica foto que recorrió el mundo, en la que se puede ver a Aylan Kurdi, un niño sirio de tres años, ahogado en una playa turca cuando intentaba alcanzar junto a su familia las costas europeas. Charlie Hebdo retoma la imagen del niño fallecido bajo el título: “¡Migrantes bienvenidos!”, acompañado de “Tan cerca de la meta…”, junto al cadáver del pequeño Aylan. Un poco más más lejos, aparece un cartel publicitario que recuerda a una popular cadena de comida rápida donde puede leerse: “¡Promoción! Dos menús infantiles por el precio de uno”.
En otra viñeta, titulada “La prueba de que Europa es cristiana”, se ve al niño ahogándose, al lado de una representación de Jesús que no se hunde. “Los cristianos caminan sobre las aguas”, dice Jesús. “Los niños musulmanes se hunden”, responde el chico.
Ocho meses después de la matanza perpetrada contra la redacción de Charlie Hebdo, el semanario más irreverente de Francia vuelve a dar que hablar.
El abogado británico Peter Herbert, de la Asociación de Abogados Negros, asegura que llevará el caso a la Corte Penal Internacional por incitación al odio racial. “Charlie Hebdo es una publicación puramente racista, xenófoba e ideológicamente quebrada que representa la moral decadente en Francia”, afirmó en Twitter. La revista no ha respondido de momento a las críticas.