Alemania se está quedando sin paciencia ante la reticencia de como Hungría, República Checa o Eslovaquia que rechazan categóricamente un sistema de cuotas para repartir a los migrantes en el bloque. Ante la mayor ola migratoria desde la Segunda Guerra Mundial, Berlín pretende que cada miembro del bloque colabore.
“No es posible que Alemania, Austria, Suecia e Italia carguen solos con este peso”, afirmó el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, en declaraciones al diario alemán Passauer Neue Presse.
“Y si no hay otra manera, entonces debemos considerar seriamente utilizar el instrumento de una mayoría cualificada” de países de la UE, añadió Steinmeier, que este viernes viajaba a Turquía para hablar de la crisis migratoria.
En la mira del jefe de la diplomacia alemana, países como Hungría, República Checa o Eslovaquia que se niegan de plano a un sistema de cuotas.
La amenaza blandida por Steinmeier su apoyo en la votación por mayoría cualificada, prevista por los tratados europeos. Esta contempla que el 55% de los Estados de la UE que representen al menos un 65% de su población voten a favor de esta medida, que en ese caso sería vinculante para el conjunto de los 28 países de la UE, incluidos los que se oponen.
El tema estará seguramente presenta en la reunión que los ministros europeos de Interior deben celebrar el 22 de septiembre en Bruselas, antes de una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de gobierno de la UE, 24 horas después, para tratar de desbloquear esta cuestión.
“Alemania puede proponer una nueva patria a mucha gente, pero no a todos”, agregó.
Entretanto, el ministro croata de Interior, Ranko Ostojic, declaró el viernes que la capacidad de acogida de Croacia estaba “saturada”, después de que entraran en su territorio 13.000 migrantes desde el miércoles por la mañana.