El general John Campbell, comandante de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN en Afganistán, reconoció este martes que el ejército de su país bombardeó el hospital de Kunduz de Médicos Sin Fronteras (MSF), dejando 22 muertos (12 empleados de la organización y 10 pacientes).
“Un hospital fue golpeado por error”, indicó el general John Campbell en la comisión de fuerzas armadas del Senado. “Nunca apuntaríamos intencionalmente contra una instalación médica protegida”, añadió.
“Incluso si los afganos pidieron este apoyo, debe ser examinado por un riguroso procedimiento estadounidense”, dijo.
“Indignada” por el ataque aéreo que provocó la muerte de 22 personas, MSF decidió retirar su personal de Kunduz.
Desde Ginebra, la presidenta de MSF Internacional, Joanne Liu, estimó el martes por la mañana que el bombardeo del hospital constituía “un crimen de guerra”.
Las fuerzas estadounidenses, cuyo papel actual se limita en teoría a dar asesoramiento y asistencia al ejército afgano, siguen estando frecuentemente en situación de combate.