El presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Hernán Larraín, expresó sus diferencias con el Tribunal Supremo (TS) del partido respecto de los casos de financiamiento irregular a la política y dijo que sus criterios “no son los de la directiva”.
Esto, en relación a la declaración que hizo la instancia y que estableció dos categorías de hechos distintos: “el abuso de cargos públicos y el enriquecimiento en base a influencias políticas y, por otra parte, el financiamiento que se ha permitido habitualmente a la política en Chile”.
La postura fue dada a conocer en paralelo al proceso judicial que enfrenta el ex senador Jovino Novoa, quien pretende obtener una salida alternativa y tendrá una audiencia de juicio abreviado el próximo 4 de diciembre.
Este sábado, en el cierre del Consejo General de la UDI, Hernán Larraín afirmó que la directiva no comparte los argumentos del TS y señaló que “respetamos los criterios que ha planteado, pero lo que nos parece medular, más que criterios anticipatorios, es tener la decisión caso a caso, una vez que se produzcan las condenas judiciales, tal como lo hemos señalado anteriormente”.
Consultado acerca de la situación de Jovino Novoa, el senador gremialista dijo que su postura es “para quien sea una condena judicial, independiente de su nombre o historia”.
Durante la jornada, en su voto político, la UDI aprobó su rechazo a los casos de colusión conocidos en los últimos días, en los cuales está vinculado el ex ministro Gabriel Ruiz-Tagle.
En ese sentido, Hernán Larraín dijo que “condenamos enérgicamente estos actos de colusión, porque no sólo le causan daño a un sistema económico determinado, sino que también porque afectan a algunos empresarios muchas veces pequeños”.
“Lamentamos que el costo de esta codicia finalmente la terminan pagando los ciudadanos chilenos, los consumidores que son los que al final quedan indefensos y sin capacidad de poner reacciones frente a esta situación. Que nadie se engañe: la colusión debe terminar”, agregó.
Por otra parte, el parlamentario apuntó a las reformas impulsadas por la Nueva Mayoría y aseguró que “en menos de dos años, el Gobierno de la izquierda ha convertido a Chile en un fenómeno en observación. La economía se paralizó, la inversión extranjera dejó de llegar y las expectativas -tanto externas como internas- han caído considerablemente respecto a nuestro futuro, que se pinta de un oscuro pesimismo. Ha sido impresionante advertir cómo en tan poco tiempo la Nueva Mayoría le ha causado tanto daño y perjuicio a Chile”.
El Consejo General aprobó distintos cambios a los estatutos del partido, como el principio “un militante un voto” en las elecciones internas y mayores atribuciones para el TS, que deberá redactar un nuevo código de ética para los militantes. Además, se acordó llevar candidatos únicos con el pacto Chile Vamos en las próximas elecciones municipales y se manifestó la disposición a competir en primarias cuando haya más de un postulante opositor, incluidas las próximas presidenciales.