Con un fuerte contingente policial y amplias medidas de seguridad a las afueras del Tribunal de Angol se han desarrollado las dos primeras jornadas del llamado “Caso Pailahueque”, donde se está procesando al werkén Hugo Melinao, de la comunidad Rodrigo Melinao y a Patricio Queipul, de la comunidad Autónoma de Temucuicui, ambas ubicadas en Ercilla, la llamada “zona de conflicto” en la región de La Araucanía.
El juicio que conduce el fiscal Héctor Leiva persigue la responsabilidad de la quema de camiones registrada en la Ruta 5 Sur en 2014. Hugo Melinao es imputado por incendio, homicidio frustrado a Carabinero en acto de servicio y amenaza. Para él se están pidiendo más de 15 años de cárcel. Por otro lado, Patricio Queipul es imputado por los mismos delitos, además de porte ilegal de armas y municiones, lo que sumaría más de 20 años de prisión.
El abogado Sebastián Saavedra, defensor particular e integrante del Centro de Investigación y Defensa Sur (Cid Sur), afirmó que existe una exageración el calificar los hechos como “homicidio frustrado” toda vez que no hubo uniformados heridos, es decir, no existe ni siquiera un “maltrato de obra”.
Según la parte defensora, otra de las particularidades del proceso es el amplio despliegue de los querellantes, entre los que se suman la Intendencia, el abogado del Ministerio del Interior y los dueños de los camiones también tienen un abogado querellante. Para el lonko de la comunidad de Temucuicui, Víctor Queipul esto es señal de que “toda la institucionalidad está junta para buscar condena a los imputados”.
Además, desde las comunidades afectadas denuncian que el juicio se da en una estrategia de “represión y hostigamiento hacia el pueblo mapuche y sus demandas”, principalmente porque tanto Hugo Melinao como Patricio Queipul representan históricas luchas de reivindicación territorial.
Así lo sostuvo Claudia Necul, vocera y pareja del werkén Hugo Melinao. “Es cosa de mirar hacia atrás recordar todo lo que ha pasado: la familia ha sido perseguida, encarcelada, allanada y se ven incluso muertes, como lo que le pasó a mi cuñado (Rodrigo), que por ser una persona mapuche fue imputado por varios cargos por las empresas forestales, las mismas que hoy son dueñas de Chile”.
La vocera añadió que Rodrigo Melinao, como hoy se llama su comunidad, “siempre sostuvo su inocencia, se fue a la clandestinidad, y un día apareció muerto”.
La dirigenta afirmó que el proceso se ha vivido en extrema tensión y que se les ha impedido realizar ceremonias tradicionales como el Llellipún, ante el alto nivel de seguridad en los Tribunales de Justicia, donde incluso se les intentó restringir el acceso a algunos comuneros que asistieron a solidarizar.
Por lo mismo, las redes de apoyo de los comuneros, así como juristas y observadores de Derechos Humanos hicieron un llamado a las organizaciones simpatizantes, estudiantes y medios de comunicación, a hacerse parte y exigir la realización de un juicio justo.