En 1930 se construyó una sala en la Casa Central de la Universidad de Chile cuyo propósito consistía en generar vínculos entre académicos y alumnos. Posterior a ello, con la reconstrucción que vivió la institución en el marco del terremoto de 2010, casi 80 años después, las autoridades de la Universidad se plantearon el desafío de crear un espacio de reconocimiento patrimonial. Ahí surgió la idea de dedicar el espacio a la poeta Gabriela Mistral.
Así lo explicó Faride Zerán, vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile:“El proyecto original buscaba generar un espacio en donde se albergaran los tesoros patrimoniales del Archivo Central, sin embargo, en el contexto de la celebración de los 70 años del Nobel de Gabriela Mistral, se decidió rendir un homenaje a la poeta”.
El espacio, de más de 200 metros cuadrados, también pretende conformarse como un centro de reflexión en torno al arte y la cultura. De ahí que, por ejemplo, se realizarán actividades académicas como charlas y talleres en torno a la contingencia nacional. También contempla espacios en donde se presentarán obras plásticas y visuales.
La exposición
La colección que se presentará en la Sala Museo Gabriela Mistral exhibirá una serie de objetos, fotografías y dibujos que otros artistas han realizado en honor a la escritora de Vicuña. Por ejemplo, se presentará un grabado de André Racz y un dibujo inédito de Cecilia Vicuña.
La muestra está organizada en base al texto póstumo Poema de Chile, según cuenta Alejandra Araya, curadora de la muestra y directora del Archivo Central Andrés Bello, se escogió ese poema “porque amarra los distintos elementos de la muestra y porque es un trabajo que acompañó a Mistral durante toda su vida y representa un poco la relación que tuvo con el país y con lo que ella quería que fuera Chile”.
Y agregó que “es importante seguir insistiendo en la falta de conciencia respecto de la deuda que tenemos como sociedad y como Estado con Gabriela Mistral, siembre fue una relación compleja y en ese sentido la Universidad de Chile va a retomar algunos hilos de esa relación”.
En la exposición, la curatoría también exhibe un diálogo entre las diferentes visiones que tenía la Premio Nobel respecto de la Reforma Agraria, la situación de la mujer, la educación, América Latina y la religión. “Efectivamente Gabriela Mistral es una gran conocedora de la Biblia, pero no es una católica tradicional, tuvo muchos conflictos con la Iglesia y, por lo tanto, ahí hay algo que rastrear”, indicó Alejandra Araya.
La directora del Archivo profundizo, también, en otros puntos interesantes del imaginario de Gabriela Mistral: “La muestra pretende eso, no es sólo una exhibición para ver objetos, pretendemos también que se generen conversaciones sobre temas que son críticos y que a la vez se pueda conocer su obra, porque en realidad´sabemos tanto de Gabriela Mitral y sabemos tan poco ´. La conocemos, pero no la hemos leído”.
En este sentido, Alejandra Araya explicó que la exhibición busca dar cuenta del “secuestro” que tuvo la figura de Gabriela Mistral durante dictadura: ” La exposición está llena de mensajes, un poco enigmáticos, no en el sentido de que no puedan ser descifrados sino que no estamos haciendo evidente ninguno de los lugares comunes respecto de los cuales se ha instalado Gabriela Mistral. Si hay una propuesta que es importante que no es tan enigmática que es cómo nosotros podemos recuperar a Mistral de la lectura que la dictadura militar hizo de ella”.
Además, la muestra está compuesta por diferentes elementos de instituciones como la Orden Franciscana, las facultades de Ciencias Físicas y Matemáticas y la Facultad de Artes, el Archivo del Escritor , la Municipalidad de Río Bueno y el Liceo 7 de niñas Teresa Prats de Sarratea.
“Una relación compleja”
La relación de la Universidad de Chile con Gabriela Mistral estuvo marcada por diferentes tensiones. Uno de ellas se remonta a cuando la poeta necesitaba su título para ejercer como directora del Liceo 7 de niñas. Entonces, ella que sólo tenía su distinción como normalista, se entrampó en una serie de discusiones públicas con Amanda Labarca.
Posterior a ello, la Universidad de Chile, el 10 de septiembre de 1954 homenajeó a la escritora con el grado de Doctor Honoris Causa. ” Entonces, cuando ella viene a la Universidad en visita oficial es invitada por uno de sus más acérrimos opositores, como lo fue Ibañez del Campo”, recordó Alejandra Araya.
La curadora agregó que “entonces la Universidad funcionaba como una especie de Ministerio de Educación y por ejemplo, para la curatoría yo no logré encontrar el documento oficial de ese grado, es decir, tenemos el diploma que la Orden Franciscana resguardaba, pero no tenemos el documento y la discusión en las actas del Consejo, entonces quedan muchas cosas interesantes para seguir indagando de cuales fueron las tensiones que se produjeron al rededor de su figura”.
Por último, al momento del fallecimiento de la poeta, la Casa Central de la Universidad de Chile abrió por tres días para los funerales de la artista: “Es interesante ese recuerdo, porque es el único caso en donde una figura pública es velada en la Universidad y es un hito social muy importante”, recalcó Alejandra Araya.
Mucho se ha discutido sobre por qué la poeta fue velada en la Universidad de Chile, sin embargo, lo cierto es que entonces la institución representaba al Ministerio de Educación y ahí, convergían los principales intelectuales. En esta línea, Alejandra Araya dijo que este también es un aspecto importante dentro de la muestra porque evidencia y contextualiza cómo se daban las relaciones de los organismos públicos en la época.
La inauguración de la Sala Museo se realizará este jueves 3 a las 12 horas en la Casa Central de la Universidad de Chile y además se presentará el libro [Re] vuelta Mistral, obra con material fotográfico de la Universidad de Chile sobre la Premio Nobel de Literatura.
La muestra se extenderá hasta el 31 de julio de 2016, y la entrada es gratuita.
En tanto, el espacio estará abierto de martes a domingos entre las 10 y las 17 horas, excepto feriados.