El diputado de la DC René Saffirio se refirió a las diferencias vividas al interior de la Cámara de Diputados por la aprobación de los “aportes mínimos”, norma contenida en el proyecto de fortalecimiento a la democracia.
En su intervención en el hemiciclo, el parlamentario manifestó su molestia por lo que consideraba un engaño a la ciudadanía, haciendo referencia al cambio de nombre que se le dio a los aportes anónimos, los que fueron aprobados bajo el rótulo de aportes mínimos reservados.
En conversación con la periodista Paula Campos, el falangista declaró su incomprensión absoluta ante el giro que tuvo la norma en su paso por el Congreso: “Es complicado explicarlo, porque no tiene explicación. Ayer estábamos en el último trámite constitucional analizando lo que resolvió la comisión mixta. Antes existieron los aportes reservados, donde ni el candidato ni ciudadanos podían saber qué y cuándo aportaban. Como se genera la polémica por los malos hábitos de financiamiento, los diputados optamos por eliminar los aportes reservados, pero el Gobierno inventó los aportes anónimos, que solo podían ser conocidos por el aportante y el candidato, lo que rechazamos. En comisión mixta se inventan los aportes menores, para que pase piola, para que la gente no se dé cuenta, pero se aprueban los aportes anónimos igual, que solo cambian en el límite del total del gasto”
Así, Saffirio explicó la fórmula de funcionamiento de la nueva ley, la que –en sus palabras- permitirá financiar la totalidad de las campañas políticas de manera reservada: “Por ejemplo, en mi distrito el máximo gasto autorizado son 230 millones, el 20 por ciento puede ser anónimo, pero con 46 millones yo puedo financiar mi campaña. Además, me permite entregar 500 mil pesos a cada persona, para que deposite en mi campaña, entonces es una nueva fórmula para torcer la nariz a la ley e impedir que se conozcan quienes son los aportantes”.
Su molestia no solo estaba dirigida hacia los senadores que cambiaron lo inicialmente visado por los diputados, sino también a sus mismos pares, quienes en primera instancia habían rechazado por sesenta votos el que se pudieran entregar dineros sin nombre. Sin embargo, luego del “invento” de la comisión mixta, este número se redujo a 12 nombres: “Hay un mundo paralelo, un microclima, una bofetada a la transparencia en un proyecto que buscaba otorgar transparencia a las campañas”.
El diputado disparó contra militantes de todos los sectores, no solo de su propio partido asegurando que desde todos los sectores hubo quienes apoyaron mantener esta forma de financiamiento y atentan contra la transparencia: “Incluso el PC, donde todos sus diputados se abstuvieron, pese a que se esperaba una conducta diferente (…) la derecha en pleno los apoyo, pero también los independientes como Boric y Jackson que hacen gárgaras con la transparencia votan a favor de estos aportes”.
Más allá de ese comportamiento, a juicio de Saffirio lo más grave es la presión que ejerció el Ejecutivo para aprobar esta fórmula. Así denunció el comportamiento de “ministros, asesores, para resolver a favor de los aportes reservados, no obstante, que meses atrás la propia Presidenta de la República dijo que todos los recursos con los que se financie la política iban a ser absoluta y completamente transparente. Después el propio gobierno manda un proyecto en el que se permiten los aportes anónimos. Aquí ni los partidos, ni el gobierno, ni el Senado, ni la mayoría de los diputados están respondiendo al clamor ciudadano de que se debe saber todo peso destinado al financiamiento de la política. Ni te cuento cuál es el trato que hemos recibido después de votar en contra. Pero no tengo respuesta, porque no entiendo porque en un escenario de poca credibilidad como el de hoy, se persista en mantener este tipo de conductas”.
El DC concluyó sus descargos recordando la estrecha relación que existe entre el poder político y el del dinero: “Hay un concubinato evidente entre empresa, dinero y política. Eso quedó demostrado en 2015 y ahora, cuando los que van a ser candidatos pretenden financiar sus campañas con dineros escondidos, clandestinos, con pasamontaña, cuyo origen se ignora. Esto no se resuelve con este proyecto de ley, probablemente cuando se promulgue esta ley en La Moneda se hablará de transparencia, pero eso no es cierto, porque esta ley no es ningún aporte a la transparencia, sigue el secretismo respecto de los dineros destinados a la política”.