En estos últimos meses, y particularmente en enero, el foco del Gobierno sin duda que estuvo centrado en el Congreso Nacional. En la Cámara y en el Senado, con especial atención en aquellos proyectos de ley que se comprometió a despachar antes del receso de los parlamentarios.
El denominado “frenesí legislativo” del Ejecutivo, tan criticado y cuestionado por distintos sectores políticos. Pero también avalado por otros.
Además, la polémica instalada entre la Democracia Cristiana y el Partido Comunista. Pelea que escaló en las últimas horas, cuando el senador falangista Patricio Walker aseguró que no quiere ser parte de un conglomerado político con el PC. Declaración que encontró ecos en algunos miembros DC y el repudio por parte de otras bancadas de la Nueva Mayoría.
Prioridades que asimismo han dejado de lado otras urgencias. Por ejemplo, la necesidad de llenar cinco subsecretarías, vacantes por renuncias, así como por la creación de otra.
Cuatro renuncias, por diversos motivos, que hoy afectan a Cultura, Salud, Sernam y Economía, además de la nueva Subsecretaría de Derechos Humanos, que aún no cuenta con un titular. A ellas se suma la dirección del Injuv, donde el ministro Marcos Barraza decidió poner término al contrato de Nicolás Preuss.
Renuncias que se explican por motivos personales y también por diferencias insuperables con los respectivos ministros. En algunos casos, destituciones que buscan instalar un énfasis más técnico que político. En otros, todo lo contrario.
Y tal como han reconocido desde el Gobierno, pareciera no haber urgencia en llenar aquellos cupos. Así lo ha declarado el ministro del Interior, Jorge Burgos, quien le ha restado importancia al tema en más de una ocasión.
Complejo presente para el Ejecutivo, al que se sumó esta semana una nueva renuncia en el Gobierno. Esta vez, la hasta entonces superintendenta de Pensiones, Tamara Agni. Hecho que el presidente del movimiento Acusa AFP, Ricardo Hormazábal, calificó como un triunfo.
Con esos antecedentes, son muchos los que piensan que se trata del momento preciso para ajustes en el gabinete. Otros, sin embargo, estiman que ni siquiera eso salvaría a la Presidenta de la baja popularidad en las encuestas, restándole aún dos años de mandato.
“Es una gran oportunidad para la Presidenta”, advierte el abogado Renato Garín, integrante de la Red Espacio Público y profesor de la Universidad Alberto Hurtado, respecto de concretar los nombramientos en las subsecretarías vacantes.
Lo que incluso, asegura, podría generar un remezón importante a nivel ministerial, en cuanto a cambios en el gabinete. “Esto le permitiría retomar el control del Gobierno, como una última jugada que le queda”.
Aunque con una advertencia clarísima. “En cierto sentido el Gobierno terminó. Hay una acefalía generada por toda la crisis emocional y política que rodea al caso Caval. El eje del Gobierno no está en el Ejecutivo, sino que en un grupo de senadores en Valparaíso. Un grupo de poder que podemos llamar la ‘bancada Walker’. Ignacio, Patricio, el diputado (Matías), además de Manuel Antonio Matta y Andrés Zaldívar, quienes son el gran vaso comunicante que está deteniendo el curso del Gobierno”.
Cultura: “motivos personales” e “intereses de poderosos”
El 30 de octubre, la hasta entonces subdirectora del Consejo de la Cultura y las Artes, Lilia Concha, renunció a su cargo. Su explicación adució a “motivos personales”.
Esto, en medio de la tramitación en el Congreso del proyecto de ley que crea el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y que contará con dos subsecretarías.
Al vacío del cargo se sumó una polémica publicación del diario El Mercurio de Valparaíso, que aseguraba que la salida fue producto de un juicio por el no pago del arriendo del edificio de un establecimiento educacional en la comuna de Puente Alto, colegio de propiedad de Lilia Concha.
Su respuesta fue categórica. “Hay intereses de poderosos que se tocan y, por lo tanto, esos intereses se empiezan a movilizar para desprestigiar, desacreditar, desgraciadamente con malas artes, a quienes hemos ejercido cargos públicos”.
Tres meses después, la ausencia de señales respecto de quién asumirá el cargo genera preocupación. “Estamos a la espera de que se concrete el nombramiento lo antes posible, porque claro que tiene implicancias al interior del servicio”.
Las palabras de Manón Herrera, presidenta de la Asociación Nacional de Funcionarios del Consejo de la Cultura y las Artes (Anfucultura) apuntan a que “nuestra contraparte directa para los gremios y para todo orden de negociación es justamente el subdirector, porque en este caso no es subsecretario, por lo que necesitamos que este nombramiento se haga pronto”.
Incluso plantea la necesidad de que esta situación no se extienda más allá de marzo próximo. “Estamos en paralelo con las negociaciones del proyecto del Ministerio de las Culturas y del Patrimonio y toma bastante relevancia el cargo que hoy está en subrogancia. En subrogancia interina además. Y eso afecta al interior del servicio”.
Un problema que asegura radica en La Moneda. “En vez de especular, prefiero decir que efectivamente estamos a la espera, más allá de si se trata de peleas entre los partidos políticos o por problemas que tengan al interior del gabinete de la Presidencia”.
Un cargo que, por ahora, ocupa Rafael Araya, a la espera del nombramiento definitivo.
Salud: discrepancias por políticas para construcción hospitalaria
Pocos días después de la renuncia de Lilia Concha se concretaba otra salida. Esta vez, el turno sería de la subsecretaria de Redes Asistenciales, María Angélica Verdugo.
Esto, exactamente el 9 de noviembre, mientras se discutía en el Congreso el proyecto de Ley de Presupuestos para 2016.
Críticas por la reducción de los recursos destinados a la construcción de hospitales comprometidos por Michelle Bachelet, así como cuestionamientos por la deuda hospitalaria que mantiene el ministerio de Salud, fueron parte de los motivos de la renuncia de la militante del Partido Socialista.
La preocupación del diputado PS Juan Luis Castro, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara, se fundamenta al considerar que más del 70 por ciento de las tareas del Ministerio recaen precisamente en esa Subsecretaría.
“Es como la gerencia general de todo el sistema -explica el parlamentario-, es decir, tiene el liderazgo de cada uno de los directores de servicios de hospitales, es el referente para la atención primaria y hospitalaria, es quien nombra a los jefes de inversión que se encargan de la construcción hospitalaria, además de todos los programas que se relacionen con la implementación del Plan Auge y las deudas hospitalarias”.
Por ello, no duda en enviar un mensaje al Ejecutivo para reestablecer, lo que considera, el liderazgo extraviado. “Esto no es achacable al Ministerio de Salud, sino más bien al alto mando institucional de La Moneda, que tiene que tomar una decisión antes de que la Presidenta inicie su feriado legal en febrero”.
Un cargo, además, del que depende el nombramiento del jefe de inversiones del Ministerio de Salud, también vacante desde esa fecha.
Mientras tanto, en calidad de subrogante asumió la doctora Gisela Alarcón, quien se desempeñaba como jefa de la división de Gestión de la Red Asistencial.
Sernam: algo más que solo desacuerdos políticos
Los episodios de renuncias continuarían, justo antes del término año. Y es que el 31 de diciembre dejaba su cargo la subsecretaria del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Gloria Maira, militante de la Izquierda Ciudadana.
Diferencias políticas y dificultades para alcanzar acuerdos con la ministra Claudia Pascual, del Partido Comunista, se tradujeron en una nueva desafección y, de paso, en otro problema para La Moneda.
A través de un comunicado, desde el Ministerio agradecían “el aporte y la gestión desempeñada” por la ahora ex subsecretaria. Las diferencias se habrían generado a partir del proyecto de aborto en tres causales que se tramita en el Congreso y la visión del Gobierno respecto de este tema.
De hecho, en entrevistas posteriores, Gloria Maira aseguró que dentro de la Nueva Mayoría existen sectores que buscan boicotear los avances a los que se comprometió Michelle Bachelet.
Otro cargo que mantiene a un subrogante. En este caso, la fiscal Daniela Cañas.
“El nombramiento de los subsecretarios debería ser simultáneo”, advierte Renato Garín, agregando que “la técnica del goteo no es una buena técnica. El Gobierno ha abusado de eso. Así le ocurrió con el nombramiento del Contralor. También sería necesario un ajuste político real en el Palacio de La Moneda. No puede seguir esta situación ambivalente que tiene con el ministro Jorge Burgos, lo que demuestra la relación dañada con la Presidenta de la República”.
Economía: ¿motivos personales o diferencias profesionales?
Comenzaba el nuevo año y con ello se concretaba otra renuncia. La cuarta subsecretaria que daba un paso al costado, sin dejar en claro los motivos, salvo el argumento de los “motivos personales”.
Fue así que Katia Trusich, ex subsecretaria de Economía, anunciaba el 4 de enero, a través de un comunicado, que “llegó el momento de enfrentar nuevos desafíos y seguir contribuyendo al Gobierno desde otros espacios de participación”.
Sin embargo, las diferencias con el ministro de la cartera, Luis Felipe Céspedes, y también con el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, habrían sido el detonante de su decisión.
En este caso, fue el propio Céspedes quien se refirió a la salida de la abogada y esposa del senador PPD Felipe Harboe. “La subsecretaria manifestó su deseo de iniciar nuevos caminos”, explicó el ministro. El tema de fondo habría estado relacionado con las diferencias en cuanto al avance del proyecto de ley sobre protección de datos personales.
Sobre el sucesor, el propio Céspedes ha dicho que “el Gobierno va a anunciar en su momento la designación”, sin fijar un plazo ni dar nombres de posibles reemplazantes.
En ese sentido, las preocupaciones de Renato Garín apuntan a estar muy atentos. “En todos estos nombramientos que son súper sensibles y que tienen que ver con industrias reguladas, donde el Estado funciona como un ente regulatorio, tiene que haber mucho ojo con el tema de la puerta giratoria, entre los directorios y puestos gerenciales de las grandes empresas con los gabinetes y las subsecretarías. Durante estos últimos 25 años la puerta giratoria ha fluido de manera incesante”.
Y agrega: “Una práctica en la política chilena, tanto en la vieja Concertación como en la derecha, de moverse entre los directorios y estos lugares claves dentro del gabinete, y en el Estado en general, que lo que hacen es acentuar aún más este maridaje, esta relación incestuosa entre dinero y política”.
Nuevas subsecretarías y… ¿nuevas renuncias?
Los cupos vacantes para asumir como subsecretarios no solo están dados por las renuncias. También por una ampliación de la institucionalidad del Ejecutivo. En este caso, la creación de la nueva Subsecretaría de Derechos Humanos, como parte del Ministerio de Justicia, ley promulgada el pasado 16 de diciembre.
¿Candidatos a asumirla? Por ahora, el que más se acerca sería el actual director del Servicio Médico Legal, Patricio Bustos, quien se desempeña en ese cargo desde 2007.
“No se puede hablar de acefalía, pero obviamente es necesario nombrar a las titularidades. La Presidenta lo hará en uso de sus atribuciones en el momento que ella determine”, ha insistido el ministro Burgos cada vez que se le recuerda sobre el tema.
“Es difícil detectar quién está ejerciendo el poder central en el Gobierno”, plantea a su vez Garín ante la incertidumbre de situaciones como éstas.
“Por un lado, el ministro Nicolás Eyzaguirre parece tener el control de la agenda legislativa en Valparaíso, mientras que desde el punto de vista del Ejecutivo, quedan dudas sobre quién tiene el control político. Entonces, es difícil saber cómo se va a recomponer la parte del gabinete que no tiene nombramientos”, explica el abogado.
Y de paso, una advertencia. “Dentro de la Nueva Mayoría se han repetido las malas prácticas de nombramientos a dedo y de cuoteos que existían en la vieja Concertación”.
No sería extraño, entonces, que junto a estos nombramientos pendientes, desde La Moneda dieran un golpe de mayor alcance, aprovechando de reemplazar a aquellos subsecretarios que no se encuentran bien evaluados.
Sin duda que el rol del “segundo piso” será determinante, así como las presiones de los partidos políticos oficialistas por defender sus cupos e intentar quedarse con otros.
En ese sentido, las proyecciones de Garín son muy claras, a propósito de las próximas elecciones municipales y parlamentarias. “Seguramente veremos la salida de subsecretarios y de altas autoridades del Gobierno, en todos los niveles, que saldrán a competir, tanto en la municipal como en la parlamentaria, lo que irá acrecentando el fenómeno de ‘pato cojo’ que vive el Ejecutivo”.