Los Rolling Stones llegaron en pleno en la tarde de este lunes al estadio Nacional, para afinar los últimos detalles de su primer concierto en Santiago, luego de 21 años.
En automóviles separados, Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts arribaron cerca de las cinco de la tarde al coliseo ñuñoíno, para ensayar el recital con el que este miércoles 3 iniciarán la gira América Latina Olé!
Antes de la prueba, los británicos cumplieron con el encuentro que habían anunciado con la prensa y los fans que llegaron al acceso de avenida Grecia del estadio. Lo hicieron en no más de dos minutos. A las 17:29, dos vehículos los acercaron a ese lugar (en uno, Mick y Keith; en el otro, Ron y Charlie), posaron para los numerosos fotógrafos y camarógrafos, saludaron a los seguidores que aguardaban bajo el calor santiaguino y volvieron a encaramarse en los autos.
Media hora más tarde iniciaron el primero de los dos ensayos que tienen programados en Ñuñoa y que permitió avizorar cuál será el repertorio que presentarán en su regreso a Santiago, el que funcionará también como adelanto de las restantes fechas en La Plata, Montevideo, Rio de Janeiro, Sao Paulo, Porto Alegre, Lima, Bogotá y Ciudad de México.
“Tumbling dice”, “She’s a rainbow”, “Paint it black”, “Gimme shelter”, “Wild horses”, “Out of control”, “You got the silver” y su versión para el “Like a rolling stone” de Bob Dylan fueron algunas de las canciones que probaron sobre un escenario ya casi completamente montado sobre la cancha del Nacional. Es decir, un repertorio de éxitos, aun cuando también incorporaron un guiño local: en “Anybody seen my baby?”, en lugar del sampleo a Biz Markie, añadieron alusiones a ciudades chilenas (“Santiago, Valparaíso, Concepción”).
Luego de unas dos horas de prueba, los Rolling Stones volvieron a los lujosos automóviles que los trasladan por Santiago y abandonaron el estadio, nuevamente por separado y escoltados. A las 20:15 salió el baterista Charlie Watts y poco más tarde lo hicieron sus compañeros de banda. Mick Jagger amagó un saludo para la veintena de seguidores que lo esperaban, pero ante la aglomeración su chofer apretó el acelerador nuevamente. Keith Richard pasó oculto tras los vidrios polarizados, mientras que Ron Wood, el último en irse, alcanzó a bajar el vidrio de su costado y saludar, sin detenerse completamente.
El concierto está programado para las 21 horas de este miércoles 3 y las entradas tienen valores entre 39 y 500 mil pesos.