Lionel Richie, el artista de mayor renombre internacional que contempla la actual edición del Festival de Viña del Mar, será este jueves el encargado de abrir una cuarta jornada del evento dominada por la música en inglés.

Recién homenajeado en los premios Grammy, el músico llega a la Quinta Vergara con un repertorio plagado de éxitos de The Commodors y su carrera solista. “Say you, say me”, “All night long” e “Easy” son algunas de las canciones que deberían escucharse en su show.

Luego será el turno de Pedro Ruminot, debutante en el evento y criado en el formato stand up comedy, como los otros comediantes que han estado en los días anteriores. “Mis temáticas no son mucho de humor político. Si bien lo tengo, hablo más del matrimonio, de la vida recién casados, de mi infancia y de las relaciones personales (…) Este género responde a las condiciones del Chile actual y a la moda que hay. Todos mis colegas suman y no hay nadie a quien retirar”, dijo en la conferencia previa a su actuación.

La clausura de la jornada estará a cargo de Rick Astley, a quien le corresponde su presentación como miembro del jurado. El intérprete de “Never gonna give you up” llega por tercera vez al país, pero será su debut en el Festival de Viña del Mar.

Natalia Valdebenito acapara la atención

Por aciertos y errores, la noche del miércoles pasará a la historia como una de las más comentadas de esta edición de Viña del Mar. Quien concentró toda la atención fue Natalia Valdebenito, quien con una rutina de humor declaradamente feminista se ganó al público y, de paso, dos gaviotas. La primera mujer que hace humor en el festival en doce años aprovechó su triunfo para reivindicar, justamente, a quienes la habían antecedido en ese espacio.

Antes se presentó Alejandro Sanz, quien encendió al público -que llegó mayoritariamente a verlo a él- desde el instante en que subió al escenario pasando en medio de la platea. El músico español recurrió a los medleys para condensar su amplio repertorio y su show solo tropezó cuando invitó a la chilena Javiera Mena a interpretar “Corazón partío”, porque la cantante –integrante del jurado- no logró dar con el tono y olvidó parte de la letra.

Finalmente, a las dos de la mañana, Luis Jara –otro miembro del jurado- hizo una presentación de alrededor de una hora en la que repasó sus 30 años de carrera y llamó la atención, sobre todo, por su capacidad para reírse de sí mismo. Primero, bromeando con la forma que tenía originalmente su nariz y la que tiene ahora, luego de intervenirse. Más tarde, intercalando versos en inglés en “Amor prohibido”, provocando risas por su conocido mal manejo del idioma en ocasiones anteriores.