Marzo no solo es el mes en el que se retoma la actividad legislativa en el Congreso. También el periodo en el que las mesas directivas de la Cámara de Diputados y del Senado son renovadas, al igual que varias de las presidencias de las comisiones.

Suele ocurrir que cada vez que asumen las nuevas autoridades, los anuncios de oportunidades y transformaciones se hacen recurrentes. Así ocurrió esta semana, cuando el senador Ricardo Lagos Weber, en su primer discurso como presidente de la Cámara Alta, manifestó su deseo de legislar respecto de la figura del referéndum revocatorio.

Un anuncio que tanto alegró a algunos, pero también molestó e incomodó a otros. ¿Una real oportunidad para fiscalizar el desempeño de las autoridades locales, regionales y nacionales?

“El concepto de referéndum revocatorio tiene una aplicación práctica en diversos países en el contexto latinoamericano. Por ejemplo, Ecuador lo tiene para el ámbito parlamentario y no solamente en el aspecto presidencial”, explica el diputado independiente Gaspar Rivas.

“Pero me parece que es un tema respecto del cual la ciudadanía chilena no está acostumbrada”, advierte el legislador. “El elector chileno está acostumbrado a votar por una persona y, en definitiva, se espera a que termine su mandato, ya sea un concejal, un alcalde, un parlamentario o un presidente o presidenta de la República. Se subentiende que se lo elige para todo el mandato, lo haga bien, regular o mal”.

Algo que no significa, como advierte Rivas, que se trate de una idea negativa o que sea motejada de populista. “Es simplemente que no está incorporado dentro de la mentalidad de los chilenos”.

Conceptos como éste que se suman al de Asamblea Constituyente, que necesariamente requieren no solo de un mayor conocimiento por parte de la ciudadanía. También de más cultura legislativa dentro del Congreso.

“Así como la ciudadanía no está acostumbrada, tampoco lo están los parlamentarios y en general ninguna autoridad en nuestro país. También ellos entienden que cuando son elegidos, lo son hasta el término de su mandato, lo cual no obsta a que se pueda acostumbrar tanto a la ciudadanía como a las autoridades a entender que existe la posibilidad que cuando lo hagan mal puedan salir antes de terminar su mandato”.

En ningún caso, agrega el diputado, se trata de algo populista o parte de una estrategia demagógica. “Me parece que es algo que le hace bien a la democracia y es bastante razonable que si una persona no lo hace bien, lo más lógico es que en vez de esperar a que termine el periodo por el cual fue ‘contratado’, se vaya. Eso ocurre en el ámbito laboral, donde un trabajador con contrato, que claramente lo está haciendo mal, no se espera hasta que termine el contrato. Simplemente se le despide. Lo mismo puede ocurrir o puede aplicarse a una autoridad”.

Los perros guardianes del sistema capitalista

Precisamente, tal como lo están constatando las investigaciones del Ministerio Público, entre quienes lo han hecho mal aparecen el ex senador y ex ministro Pablo Longueira, recientemente renunciado a su militancia en la UDI, así como el ex presidente Sebastián Piñera, a propósito del caso SQM y la Ley del Royalty Minero, además del ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami y sus insatisfactorias explicaciones respecto del cuestionado financiamiento de su campaña.

“Es posible que ellos se sientan satisfechos con esas explicaciones. Pero eso no es lo que importa. El tema es si está satisfecha o le son suficientes esas explicaciones a la ciudadanía. Creo que no, y tampoco se siente satisfecha solo con meras renuncias al partido, pues no existen mea culpas sinceros y solo declaraciones y gigantescos rodeos y vueltas para hacerle el quite a la pregunta de fondo, como fue el caso de Sebastián Piñera y también de Marco Enríquez-Ominami. Es necesario reconocer los errores que se cometen”.

Justamente el mismo Piñera junto a otro ex presidente, Ricardo Lagos Escobar, quienes a pesar de las insistentes críticas y cuestionamientos a sus actitudes de no asumir las responsabilidades que se les exigen y evitar dar explicaciones, aparecen como las cartas más seguras del “duopolio político” para la próxima elección de 2017.

“Sería muy lamentable que ellos sean los candidatos. De ser así, significa que no han logrado entender nada de lo que la gente ha estado criticando durante todo este tiempo. Tanto Sebastián Piñera como Ricardo Lagos representan el continuismo del estatus quo. Es decir, aquellos gobiernos que más que gobierno son administraciones, que mantienen lo que había. Se van con el ‘vuelito’, simplemente realizan algunos cambios cosméticos y esperan hasta que termine el periodo y pasar la banda presidencial al que viene”.

En suma, una evidente ausencia de cambios estructurales definitivos, ante lo cual Gaspar Rivas expresa su molestia. “Uno desde la derecha neoliberal y el otro desde lo que yo llamo la izquierda capitalista, defienden el mismo sistema que la gente está criticando, y no porque el sistema haya que criticarlo o aplicarle cambios estructurales porque sí. Es porque los cambios los está pidiendo la gente”.

Personas que están aburridas de las colusiones de los pollos, de las farmacias y del papel confort. “Es la gente la que está aburrida de las tasas de interés, de las deudas, de los remates, de los embargos. Los mismos que están aburridos de la mercantilización de la salud y de la educación. Aburridos también de un sistema que precariza cada vez más las relaciones y derechos laborales. Además, los abusos de las empresas privadas que nos entregan los servicios básicos, la electricidad, el agua potable, el alcantarillado”.

En ese sentido, para el parlamentario, en ningún caso se trata de un invento que se quieran hacer transformaciones profundas y estructurales al sistema. Sin embargo, su advertencia es categórica. “No lo va a hacer ni Ricardo Lagos ni Sebastián Piñera, por mucho que prometan e insistan en que harán cambios. Ya han demostrado que son dos perros guardianes, uno desde la derecha neoliberal y el otro desde la izquierda capitalista, de este sistema que tenemos nosotros”.

Una pregunta recurrente en el último tiempo es por qué ninguno de los dos aún no es citado por la Justicia para declarar, al menos, como testigos, en el contexto de las causas que investiga el Ministerio Público, así como respecto de las cuestionadas leyes de Pesca y de Royalty Minero.

“Así debería ser. Pero desgraciadamente aquí se aplica el viejo adagio que dice que la Justicia es como una telaraña, en la que los bichos chicos se quedan atrapados en ella, pero los grandes la atraviesan. Así lo ha demostrado la realidad y con la Justicia ocurre lo mismo. No es que los chicos no merezcan ser atrapados. El tema es que debería atraparlos a todos, pues los grandes se están escapando. Y no solo de la Justicia. También del escrutinio de los grandes medios de comunicación que pertenecen a los grandes conglomerados monopólicos que controlan la opinión pública en nuestro país”.

En ese sentido, apunta a que normalmente aquellos que son atacados o que se convierten en las víctimas favoritas son los candidatos, precandidatos o aspirantes más pequeños, que también deben dar explicaciones. “Eso no hay que negarlo. Pero nunca aquellos que representan la obediencia al estatus quo, la defensa del sistema económico, son cuestionados por los medios de comunicación de los grupos económicos ni tampoco por el sistema de Justicia”.

No es de extrañar, entonces, según el diputado Rivas, que pareciera existir una especie de temor o respeto reverencial, “y eso claramente termina molestando, enervando y desagradando a la ciudadanía, además de ir sumándose al cúmulo de cosas que hacen que se termine hastiando del sistema político que tenemos”.

“¿Por qué Ricardo Lagos y por qué Sebastián Piñera no responden ante este tipo de situaciones?”, se pregunta finalmente el parlamentario. “Eso también es algo que molesta a los ciudadanos y ciudadanas”.