Finalmente el Banco Central confirmó lo que muchos temían. La proyección de crecimiento para la economía nacional en 2016 experimenta una nueva reducción, esta vez a un rango que va entre el 1,5 y 2,5 por ciento.
Una cifra menor a la proyectada en el último Informe de Política Monetaria (IPoM), cuando la estimación rondaba entre 2 y 3 por ciento para el año 2017.
La inflación, en tanto, permanecerá sobre 4 por ciento durante la primera parte de este año, para converger gradualmente a la meta de 3 por ciento en la primera mitad del próximo.
El presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, explicó los motivos que llevaron al ente emisor a bajar las expectativas de crecimiento económico del país. “El ciclo de 2015 creció menos de lo esperado, junto con un dinamismo internacional más débil configuran esta rebaja de la proyección de crecimiento”.
El informe fue presentado este lunes por el propio Vergara ante la Comisión de Hacienda del Senado, reunida en Santiago, instancia en la que también se refirió a la evolución de la cifra de desempleo en el país. “El empleo asalariado creció a tasas bastante acelerados, pero que en los últimos meses ha experimentado una contracción que proyecta una tasa de crecimiento más débil”.
Respecto de la proyección de inflación, el IPoM considera que la evolución más favorable de algunos elementos que no están incluidos en la medición del IPCSAE (Índice de Precios al Consumidor que no considera los precios de los alimentos y la energía) ayudará a que la convergencia a la meta de 3 por ciento sea más rápida.
En este Informe, el Consejo del Banco Central considera que la convergencia de la inflación a la meta sigue requiriendo de un retiro parcial del estímulo monetario, aunque a un ritmo más pausado que el previsto en diciembre.
Dentro de los escenarios de riesgo para el país, se menciona la evolución de los mercados financieros internacionales y se señala que es posible que se repitan nuevos episodios de volatilidad como los observados en los primeros meses del año.
Alude específicamente a la situación de China y la trayectoria de tasas que adopte la Reserva Federal de Estados Unidos. También indica que es posible que perdure la calma que se ha observado en las últimas semanas.