Acabó marzo y el anunciado proyecto de ley de migración que ingresaría el Gobierno al Congreso no se presentó. Legisladores hicieron propuestas al Ejecutivo sobre la materia con el propósito de darle urgencia a la renovación de la relación de nuestro país con los visitantes.

Ejemplo de las deficiencias del sistema lo da el testimonio del inmigrante peruano Julio Valdivia, quien en su llegada a Chile el 2010, mientras trabajaba como diseñador de páginas web junto a una socia que posteriormente desistió de la empresa, perdió su primera visa de turista. Esto último desencadenó que la Policía de Investigaciones comenzara a indagarlo, al tiempo que Valdivia intentaba obtener una visa de trabajo.

“Esa primera experiencia en Chile marcó para las autoridades las interpretaciones que pueden darse en este contexto, que soy conflictivo. Me he defendido de toda suerte de discriminación y mitos que una persona que viene a trabajar honradamente genera en algunos estamentos de la sociedad chilena”, comentó Valdivia.

Al cumplir con ciertos requisitos, el diseñador gráfico limeño consiguió la visa temporal y después de dos años solicitó la residencia definitiva que le fue negada, “el Departamento de Extranjería me la rechaza porque yo presento demasiados reclamos de los funcionarios, es decir, me declaran incompetente para Chile por un hecho del que no tengo ninguna sentencia”.

El profesional agrega que “acudí a la Corte de Apelaciones, fue rechazado mi recurso de protección de la mano de Nelson Caucoto y Rodrigo Godoy, ellos me orientaron y dijeron que la causa se puede llevar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.

El 2014 Valdivia recurrió a la instancia internacional, no obstante, hasta este año no ha podido conseguir su permiso de permanencia, “me dieron una visa recién en febrero de este año, la que vence este 4 de abril. He tenido que obligadamente presentar toda mi documentación de residencia definitiva. Entonces, el Departamento de Extranjería me ha puesto en un limbo porque si ellos se ajustan yo debería cumplir todos los requisitos pero no me han permitido cumplirlos por ese ‘estampado’ tan especial que me han hecho”.

El inmigrante peruano concluyó que deberá esperar el 2017 para tener nuevamente la posibilidad de optar por una vivienda.