El vapor Imperial zarpó con rumbo a Valparaíso en abril de 1973. En sus bodegas llevaba dos obras de arte: una del colombiano Eduardo Ramírez y otra del estadounidense Carl André, llamada 8 leaden ring, que era una escultura construida justamente con esa cantidad de planchas de plomo.
La obra formaba parte de una gran donación de autores norteamericanos gestionada por el Comité Internacional de Solidaridad Artística con Chile (Cisac), que presidía el brasileño Mario Pedrosa y buscaba aportar al Museo de la Solidaridad que se conformaba en Chile, con trabajos entregados por artistas de distintos países, en apoyo al gobierno de la Unidad Popular. La mayor parte de esa donación llegó a Santiago en avión, en octubre de 1972, pero por su peso, las esculturas de Carl André y Eduardo Ramírez se trasladaron en barco.
Ninguna de ellas, sin embargo, llegó a su destino. Solo se presume que, cuando ocurrió el golpe de Estado, se encontraban en la aduana de Valparaíso, pero ni siquiera se sabe si fueron robadas o destruidas. Simplemente, desaparecieron.
Más de 40 años más tarde, el Museo de la Solidaridad contactó nuevamente a Carl André, reconocida figura del arte minimalista norteamericano, quien hoy vive en Nueva York y decidió rehacer la obra. “Nosotros fuimos solo a presentarle el caso. Él recordaba la obra, pero no sabía que se había extraviado, así que espontáneamente dijo que le gustaría rehacer la obra y, de alguna manera, no ser vencido por la dictadura de Pinochet”, asegura María José Lemaitre, encargada de archivo del Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA).
“Él quiso continuar con esta solidaridad con el pueblo de Chile y también hacer un acto de resistencia contra lo que significó la dictadura para Chile y, especialmente, para el museo, entonces decidió que el mejor acto era volver a hacer la obra y entregarla. Lamentablemente, no pudo venir por su edad, pero vino su pareja, Melissa Kretschmer, que es artista y trabaja codo a codo con él. Ella hizo la entrega: supervisó el montaje, entregó el certificado de autenticidad y estuvo en la inauguración”, explica la especialista.
La de Carl André es una de las seis exposiciones que el MSSA inaugura este fin de semana y que se mantendrán abiertas hasta mediados de junio. No es, sin embargo, la única que se refiere a ese tipo de pérdidas.
Otra de las muestras es La obra desaparecida de Sol LeWitt, que relata la historia de un trabajo cuyo rastro se perdió en una secuencia de confusiones al borde de lo tragicómico. En este caso, la obra sí llegó en el avión que aterrizó en Santiago, en el mismo cajón que contenía una pintura de Harvey Quaytman, pero nadie se dio cuenta.
“Era una obra conceptual y Mario Pedrosa, que recibía todas las obras, le informó a la embajada de Chile que llegó el grupo de obras, pero que faltaban algunas, como la de Sol LeWitt –relata María José Lemaitre. Lo que sí menciona es que hay una construcción y no sabe lo que es; no la reconoce como obra y piensa que puede ser parte de la obra de Harvey Quaytman. Así empieza un intercambio de correspondencia y se descubre que la obra eran esos materiales: dos marcos metálicos blancos y grandes y ocho tiras de plástico.
El problema entonces fue cómo montarla. Cerca de dos meses más tarde, Sol LeWitt envió una aclaración y un dibujo con indicaciones para hacerlo, pero no existe registro de que la obra se haya incluido en una de las dos exposiciones que el museo hizo en 1973, antes del golpe de Estado. Luego, su rastro desaparece
“Estos son solo dos entre muchos otros casos similares”, recalca la investigadora. “Hay hartos vacíos que se han ido llenando de a poco. Hemos recuperado testimonios y la idea de hacer estas pequeñas presentaciones también es que se abra el tema. Quizás, alguien, alguna vez, escuchó sobre la obra de Sol LeWitt o la vio. La idea es empezar a recuperar testimonios y archivos de particulares, porque hemos encontrado que existen archivos sobre este museo en muchas partes del mundo, porque era un museo internacional que se formó gracias al apoyo de intelectuales y artistas del mundo entero”, concluye.
Seis exposiciones
Las de Carl André y Sol LeWitt son dos de las exposiciones que el MSSA abre este fin de semana. También se inauguran Crónicas de solidaridad y resistencia, con obras de la colección del museo; Pop crítico, con artistas de esa corriente provenientes de Brasil, Cuba, Polonia y Suecia; Poner el cuerpo, sobre arte y activismo en los ’80 en Latinoamérica; y Revólver, muestra de Javier Rodríguez que vincula ese disco de los Beatles con el nacimiento del MIR.
Coordenadas
Las exposiciones se mantendrán abiertas hasta el 26 de junio en el MSSA, ubicado en República 475, Santiago. Horarios y valores se pueden consultar en este enlace.