Desde la criticada gestión del ex presidente de la Asociación Nacional de Fútbol, Sergio Jadue, quien sustrajo dineros de los clubes deportivos y desfalcó a la ANFP, el fútbol chileno parece atravesar una crisis que ha tenido consecuencias como la reciente desafiliación de Deportes Concepción de las ligas profesionales por mal manejo administrativo, o la complicada situación económica por la que atraviesan otros clubes profesionales.
Carlos Soto, presidente del Sindicato Interempresa de Futbolistas Profesionales (SIFUP), ha sido uno de los defensores del modelo de Sociedades Anónimas Deportivas. Al respecto ha dicho que “el modelo de corporaciones de derecho privado sin fines de lucro colapsó y esta ley es un aporte a la actividad, porque en las Sociedades Anónimas de Deportes hay responsabilidades y cumplimento de obligaciones”, señaló el dirigente.
En cambio, el ex presidente de Colo-Colo, Peter Dragicevic, valoró la iniciativa legislativa y explicó que el desprestigio de los clubes surgió justamente por el ingreso de las Sociedades Anónimas que fijaron criterios empresariales en “una actividad que comprometía un sentimiento popular – a su juicio- no privatizable”.
“Entraron de lleno a mercantilizar algo que no tiene esa característica. La génesis es no calcular que es lo que sentía la gente, se metieron a una actividad que es deficitaria por tanto no iban a obtener réditos en esta actividad, de hecho ni siquiera invirtieron. Al día de hoy demuestran un pésimo rendimiento económico perdidas millonarias desvalorización de los activos e incluso pérdida de activos como es el caso de Concepción y una forma de operar de espaldas a la gente que produce irritación y molestia”, señaló.
El diputado de la Democracia Cristiana, Matías Walker, señaló que “la idea matriz del proyecto es modernizar el actual modelo de regulación a las Sociedades Anónimas Deportivas, estableciendo mayores facultades de fiscalización a los clubes por parte de la Superintendencia de Valores y Seguros”.
Además, se busca entregar la posibilidad a los clubes deportivos de capitalizar e inyectar nuevos recursos, a través del ingreso de los hinchas, socios y abonados a la propiedad de las Sociedades y su respectiva administración real.
“Este proyecto busca legitimar el sistema de sociedades anónimas deportivas permitiendo el ingreso de los socios a la propiedad y por lo tanto de la administración de los clubes, es decir, democratizar las sociedades que si bien han sido un avance en términos de hacer responsables a los directores de las instituciones a raíz de los últimos casos que hemos conocido demuestran que hay muchas falencias. Este es un proyecto que hemos trabajado por ejemplo con el Club Social y Deportivo Colo-Colo y muchos socios de clubes que han sido críticos de este sistema”, afirmó.
Otro de los impulsores del proyecto es el diputado socialista Daniel Melo, quien explicó que con esto se busca transparentar los procedimientos que regulan el deporte
“Las Sociedades Anónimas Deportivas no han logrado sacar al futbol de todos los problemas asociados a su financiamiento y al modo de organización. Por otra parte se busca transparentar sus procedimientos y en definitiva que la familia del fútbol, de todos los clubes deportivos del país tenga la opción de participar y ser parte de la gestión y de la toma de decisiones vinculadas al fútbol”, aseguró.
El proyecto propone atomizar la propiedad de los clubes para evitar situaciones como la de Santiago Wanderers donde el empresario Nicolás Ibáñez, quien había ejercido como controlador del club, dejó abandonada la institución y en una crítica situación económica.
Además se pretenden limitar los conflictos de interés y prohibir que un empresario sea dueño, directa o indirectamente, de más de un club como es el caso de Miguel Nasur dueño, entre otros clubes, de Santiago Morning.