Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 18 de abril de 2024


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Al abordaje, muchachos

Columna de opinión por Vivian Lavín A.
Miércoles 11 de mayo 2016 13:33 hrs.


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En momentos en los que se deben estar escribiendo las líneas del discurso que pronunciará la presidenta de la República el 21 de mayo ante el Congreso pleno, vale la pena preguntarse en lo que se ha convertido esta posibilidad de los mandatarios chilenos de hablarle a toda la nación. Los amanuenses presidenciales deben estar recibiendo “briefs” y “papers” de los bien pagados analistas de Palacio que, a su vez, han sido asesorados por publicistas y otros profesionales especializados en el maquillaje estratégico de las personalidades públicas. Un trabajo de un equipo multidisciplinario en el que intervienen los más connotados de la plaza y cuyo éxito será medido minuto a minuto, a medida que la Presidenta ese 21 de mayo vaya leyendo cada párrafo y se aprecien los aplausos que cada uno de ellos concite.

Antes de eso, la Presidenta habría depositado ofrendas florales en la tumba del héroe de Iquique, en pleno centro de Valparaíso, y habría partido con el paso marcial que la caracteriza rumbo al Congreso… toda una agenda republicana que ha perdido el sentido profundo de entender lo que hemos hecho y hacia dónde queremos ir como nación.

La Cuenta Pública se ha convertido en un tipo de larguísimo discurso presidencial, en el que los mandatarios van, de manera ordenada y no poco populista, explicitando en floridas palabras lo que serán las glosas del presupuesto nacional del año siguiente. Una larga lista de partidas para un cuantohay que desplaza a la mirada de país que tanto se requiere de quien tiene en sus manos el poder que la nación le ha conferido. Si así fuera, la Presidenta comenzaría este 21 de mayo ofreciendo sus disculpas por la vergonzante situación en la que la han puesto los negocios de su nuera y su hijo y que la hicieron saltar de las listas de los mandatarios latinoamericanos más populares a la de los salpicados por la corrupción política. Sería un momento de sincero dolor en el que ella hablaría también como una madre que está sufriendo por su hijo y por el quiebre que le ha significado como familia, del deseo que se pruebe su inocencia o se le condene en justicia, si resulta lo contrario. Pediría perdón al país por el daño que esto le ha hecho a su propia credibilidad y a la de la figura presidencial que nunca había recibido un castigo tan duro en las encuestas de opinión pública.

En ese discurso que no pronunciará la Presidenta de la República este 21 de mayo, hablaría de su familia ampliada, la militar, y el impacto de lo que se ha hecho con los recursos de la Ley Reservada del Cobre, que si bien es una investigación que ya está en curso hay hechos indesmentibles, como que un cabo haya podido gastar más de 600 millones de pesos jugando en un Casino con parte de ese dinero.

También diría que en su reciente viaje a Europa no solo tuvo la posibilidad de encontrarse con los Reyes de Suecia sino que además con un pueblo que se ha caracterizado por la solidaridad con nuestro país en los momentos más difíciles y que acoge a la mayor comunidad de chilenos fuera de Chile. Que allí vio rostros felices de hombres y mujeres que han aprendido a vivir en un país más solidario y donde el Estado cumple un rol protector y subsidiario. Que el frío le recordó al del sur de Chile, y que lamentó no haber estado junto a los pescadores artesanales ni a la comunidad de Chiloé en momentos de tanta indignación, pero que aprovechó de reunirse con destacados especialistas y conocer de cerca novedosas maneras de enfrentar y detener los proyectos ecocidas que están destruyendo nuestro hábitat. Que también tuvo en su corazón y pensamiento a los habitantes de Coyhaique, que en medio de nuestra prístina Patagonia casi no pueden respirar, y ya superan la veintena de emergencias ambientales cuando aún no se desata el invierno…

Tantas cosas podría decir la Presidenta en ese imaginario discurso en el que se mostraría como mujer, como madre, como presidenta, hablando del país justo y solidario que nos invita a refundar y no del inequitativo que se busca consolidar con medidas parche y de corto alcance…pero el rito es otro y aparecerá este 21 de mayo la mandataria seca y de rostro preocupado en una larga perorata plagada de cifras y la promesa de obras tipo puente Cau-Cau, con una invitación al abordaje de un país que puede ser buque que se hunde de manera inexorable.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.