Como una manera de llamar la atención sobre la situación que vive la región de Antofagasta, los alcaldes la zona convocaron a una paralización para el próximo 30 de junio.
El objetivo es visibilizar una demanda histórica de los habitantes del norte del país, que dice relación con la distribución de las ganancias del cobre para costear planes de desarrollo y programas sociales.
Tal petición se justifica, a juicio de los ediles, debido al mayor costo de la vida en la región, sumado a la contaminación y las enfermedades producto de la actividad minera.
Para el alcalde de Tocopilla Fernando San Román, las comunas de la segunda región requieren de una compensación económica por ser zonas de sacrificio. El jefe comunal criticó que pese a las grandes ganancias de las empresas mineras, los recursos no se quedan en la región.
“Nosotros lo que necesitamos son recursos permanentes, porque las necesidades de nuestros vecinos son permanentes, son del de día a día y somos comunas que tenemos un tremendo sacrificio. En Tocopilla tenemos termoeléctricas, nos contaminamos, nos enfermamos de cáncer para producir electricidad para la minería que después produce tremendas ganancias, pero esas ganancias no quedan acá”.
Asimismo, el alcalde de Calama, Esteban Velásquez aseguró que su municipio está quebrado. Además detalló los principales problemas que aquejan a los habitantes de esa ciudad.
“Somos una ciudad que está declarada saturada, completamente contaminada. Tenemos los relaves mineros a pocos metros de la propia ciudad. Enfermedades cancerígenas, altos índices de enfermedades broncopulmonares, un desempleo de un 10,5, una población flotante de 50 mil personas, una cantidad de miles y miles de inmigrantes. En gran medida la municipalidad de Calama está quebrada, no tenemos los recursos para ser capaces de llevar tanto la educación como la salud municipal”.
A la movilización convocada por los ediles han adherido distintas organizaciones, entre ellas la Central Unitaria de Trabajadores. El concejal y presidente de la CUT de Calama, José Mardones apuntó a la necesidad de que la ciudad sea declarada zona extrema para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores de la zona.
“Hemos manifestado que esta ciudad sea reconocida como una ciudad extrema y para eso se generan otras condiciones de beneficios sociales y remuneracionales. Las condiciones en la que estamos viviendo acá en Calama son totalmente diferentes a las muchas que viven los trabajadores a nivel nacional (…) esperamos que este sea el punto de partida de generar nosotros, los trabajadores, una gran movilización”.
Tanto los jefes comunales como dirigentes sindicales coinciden en la insuficiencia de la Agenda de Descentralización llevada adelante por el Gobierno. Para Esteban Velásquez “si hay una reforma olvidada en la actual administración, es la descentralización”.
Además, apuntan a la falta de voluntad política para impulsar estos cambios. Para el alcalde de Tocopilla “el problema es que Santiago no le quiere dar poder a las regiones, si no que quiere seguir concentrando poder y dinero”.
En relación a la paralización del próximo 30 de junio, cada municipio evaluará qué tipo movilización realizará. En algunas comunas no se descartan los cortes de ruta, mientras que en otras se analizan paros en las escuelas, el comercio, y el transporte público, además de marchas y concentraciones. Advierten que de no haber respuesta a sus demandas podría producirse otro estallido social como los ocurridos en el extremo sur y norte de nuestro país.