La presidenta Michelle Bachelet ya tiene en sus manos el contenido de la contramemoria sobre la demanda marítima que interpuso Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia, y destacó que se tiene la intención de demostrar al tribunal con sede en La Haya, que no existe obligación de negociar una salida soberana al Pacífico a favor de Bolivia.
Mientras, los representantes del gobierno del país altiplánico esperan la presentación de la defensa chilena para evaluar el pedido de una posible etapa de réplica y dúplica entre ambas naciones.
Al respecto, Paz Milet, académica del Instituto de Estudios Internacionales (IEI) de la Universidad de Chile, indicó que tales acciones se enmarcan dentro del proceso normal de demanda: “Donde hay que separar el caso que se está viendo ahora, que es el que ya se refirió la Corte, respecto al planteamiento de Bolivia, si existe o no obligación de Chile a negociar una salida soberana al mar”.
Cabe recordar que ambas naciones expusieron sus argumentos orales entre el 4 y 8 de mayo de 2015, ocupando los representantes chilenos como base el Tratado de 1904 entre ambos países. Por su parte, Bolivia respaldó sus pretensiones sobre las declaraciones de diversas autoridades chilenas de facilitar la demanda altiplánica y así entregar soberanía en las costas del Océano Pacífico.
Recientemente, el Presidente Boliviano Evo Morales hizo referencia a las propuestas que realizó Chile a Bolivia para otorgar una salida soberana al mar, cuando este jueves se presentó la Contramemoria. Se refirió a los acercamientos con el ex secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y actual agente ante la corte de La Haya, quien expresó su voluntad de resolver el tema del diferendo marítimo.
Sobre el tema, el también profesor del IEI de la Universidad de Chile, Gilberto Aranda, indicó que para que esto se discuta en ámbito bilateral, como lo ha expresado el ex ministro José Miguel Insulza, Chile deberá incorporar alguno de los elementos que está exigiendo la Haya, respecto a que nuestro país adquiera un compromiso que satisfaga a la demanda boliviana, y eso es lo complejo, pero no imposible”
Respecto de la nueva estrategia comunicacional que han asumido ambos países, Gilberto Aranda, destacó el nuevo rumbo que ha tomado el gobierno de Chile.
“Chile pasó de una estrategia de respuesta, de sorpresa y ofuscamiento a manejar los dichos del Presidente de Bolivia con bastante calma. Aprecio un cierto cambio en la tonalidad de las respuestas del gobierno chileno que podría redundar en un mejor pie para enfrentar el tema de las demandas vertidas en el tribunal internacional”.
El integrante del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, concluyó que “desde un tiempo a esta fecha, desde que se comprendió que Bolivia estaba ganando terreno en el ámbito comunicacional, Chile ha tenido un cierto giro y las autoridades han sido mucho más cuidadosas con sus declaraciones”.