El documental parte presentando a estos cuatro jóvenes: Francisca (15), Scarlette (13), Javiera (13) y Nain (13) en su espacio escolar. La interacción con sus profesores y otros compañeros deja en evidencia que para la mayoría de ellos el colegio es un lugar irrelevante en términos de formación, no hay interés ni por los contenidos, ni por las calificaciones, ni menos por el proceso. Es más bien un trámite que no parece tener ninguna relación con sus posibilidades de futuro, por lo mismo la indiferencia y la desidia es la actitud constante con la que se instalan ante sus labores escolares.
La película no se dedica a criticar las deficiencias del sistema de educación chileno, más bien lo presenta como el contexto en que se desenvuelven toda una generación de jóvenes que no reconocen en la educación un motor de desarrollo personal. En la mayoría de los planos los profesores están fuera de cuadro, escuchamos su voces intentando conectar con los jóvenes, sin demasiada convicción en las posibilidades reales de sus alumnos. La sensación general es que en esta realidad terminar la educación básica es un trámite en sí mismo, más que el camino a un proceso continuo de educación.
En algún momento la película cruza su relato con un documental sobre los orígenes de la población “Nueva Habana” -en donde habitan varios de los protagonistas- y evidencia la diferencia entre ese momento de efervescencia social a finales de los sesenta cuando los trabajadores se sentían parte de la construcción de un proyecto de nación, y el actual, en donde la desesperanza frente a cualquier sentido de trascendencia social es lo que define el habitar de estos adolescentes y de los adultos que los rodean.
“Si escuchas atentamente” se construye mezclando las escenas de los protagonistas en el colegio y en sus espacios de tiempo libre, con imágenes de la ciudad de Santiago -de ese Santiago cotidiano y poco glamoroso- con la voz en off de los jóvenes reflexionando sobre sus sueños o la falta de ellos. El realizador les permite a los protagonistas contar sus propias historias evidenciando la precariedad de su realidad, y lo limitado de sus expectativas.
De alguna manera este documental se hermana con el trabajo de Pachi Bustos en “Cuentos sobre el futuro” (2012) en donde presenta un seguimiento que hizo a un grupo de niños durante su proceso de convertirse en adultos, para mostrar los límites que socialmente se imponen a una gran parte de la población chilena que, más allá de sus esfuerzos, ven que las oportunidades reales son sólo para algunos. De alguna manera los adolescentes de “Si escuchas atentamente” pudieran ser los hermanos pequeños de esos adultos del documental de Pachi Bustos, jóvenes que sólo habitan el hoy y tienen dificultades incluso para soñar, en parte por desidia, en parte porque todo lo que ven les hace evidente que las cosas no cambiarán demasiado para ellos en los años que vienen.