El proyecto Alto Maipo, hoy en construcción, ha generado una resistencia constante de las comunidades del Cajón del Maipo. Sin embargo, este proyecto ya obtuvo su resolución de calificación ambiental, dando paso a la construcción de una hidroeléctrica que en un 40 por ciento estará en manos de la minería.
Los movimientos sociales en contra de esta faena han presentado sus descargos y aportaciones, pero no han sido acogidas por la autoridad ambiental, dando luz verde a un proyecto que podría contaminar el agua de toda la región metropolitana.
La empresa AES Corp. una de las principales compañías energéticas de Estados Unidos, ya ha demostrado su proceder al conseguir la aprobación de la central termoeléctrica Campiche en Puchuncaví. Gestión que fue rechazada incluso por la Corte Suprema, pero que hoy está funcionando en completa impunidad por un decreto supremo modificando la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, respecto del uso del suelo de actividades productivas.
Asimismo, la comisión revisora de la Cámara de Diputados en su informe de 2009 consignó que el proyecto Alto Maipo, podía impactar en la seguridad y calidad del abastecimiento de agua potable de Santiago, afectar la sedimentología de los recursos naturales de la zona, degradar de forma irreversible la cuenca del río Maipo, destruir las subcuencas Volcán, Yeso y Colorado, y afectar el monumento nacional El Morado.
Aunque este informe fue lapidario, el proyecto fue aprobado y hoy se encuentra en construcción. Anthoni Pior, vocero de la Red Metropolitana No Alto Maipo denuncia que: “En Chile tenemos una institucionalidad ambiental que está pensada para los grupos empresariales y sus intereses económicos. Por lo tanto, ahí comienza el problema con Alto Maipo, estos proyectos son sometidos a un proceso de evaluación que no es absolutamente riguroso, que no toma en cuenta todo los factores que había que analizar, es decir que solo mide superficialmente, fijándose solo en los impactos ambientales sin tomar en cuenta los impactos sociales”.
Asimismo agrega que “este proyecto está siendo fiscalizado por organismos que supuestamente son competentes, pero en éstos no existe el dinero, ni la capacidad técnica, ni la voluntad política de llevar a cabo una fiscalización rigurosa. Por lo que creemos que detrás de estos proyectos hay toda una red político empresarial defendiendo esta inversión”.
Luksic y Pacheco el negocio de la energía
Además del lobby realizado por la empresa AES Gener a través del Gobierno, el grupo Luksic, compró un 40 por ciento de las acciones del megaproyecto que será uno de los mayores generadores de electricidad de nuestro país y que hoy tendrá que desviar 110 MW a la minera Los Pelambres a contar de 2018.
Asimismo, el ex ministro de Energía, Máximo Pacheco Mate, defendió profundamente el proyecto de su amigo Androniko Luksic, con quien no solo comparte negocios, sino que un amplio compañerismo que los ha llevado incluso a subir una de las cumbres más altas de la antártica.
Pero la confianza de los Luksic en el ex ministro de Energía no solo sirvió para compartir viajes y deportes. Pacheco fue director de las empresas Luchetti y Banco de Chile, del grupo Luksic. De acuerdo a su declaración de intereses, Pacheco tiene acciones del Banco de Chile por $ 230 millones.
El proyecto Alto Maipo está en construcción y ya no será solo un suministro energético para los chilenos, sino que también la ampliación del plazo para el extractivismo minero representado por una de las más grandes inversiones en este sentido Antofagasta Minerals.
Enfermedades por contaminación de aguas
El Río Maipo que atraviesa la Región Metropolitana desde la cordillera de Los Andes hasta su desembocadura en San Antonio, representa el 70 por ciento del suministro de agua potable de la Región Metropolitana.
El Dr. Andrei Tchernitchil, junto a un equipo de toxicólogos del Colegio Médico, tomó muestras del estero Aucayes, ubicado en las inmediaciones del Cajón del Maipo. Esto propiciado por las denuncias generadas por la comunidad de los maitenes que recibía agua de dicho cause para su consumo domiciliario.
En el lugar donde se tomaron las muestras no existía actividades humanas que pudiesen contaminar el cauce del estero, hasta que se comenzaron a desarrollar los trabajos de excavación de los túneles que conectarían las cuencas hídricas que darán vida al proyecto Alto Maipo, el cual pretende reunir al menos tres causes para generar los 531 MW de electricidad comprometidos por la inversionista Estadounidense.
Respecto a esto, el especialista de la Universidad de Chile explicó que “el agua tenía un aspecto trasparente, pero negruzco y su composición tenía altas concentraciones de hierro y manganeso. Esto alcanzaba en el caso del manganeso cuarenta veces más de lo permitido y en el del hierro veinte veces más de lo que permite la ley”.
Al profundizar en los daños que pueden producir los metales pesados en el agua el profesor Tchernitchil señala: “Si esto entra en el organismo humano produce daños al sistema nervioso central y se ha descrito que una exposición a largo plazo en adultos, puede producir demencia, cambio en los neuroconductores y enfermedades degenerativas del sistema nervioso central. Se sabe también, que el consumo de estas sustancia en mujeres embarazadas puede producir daños irreversibles en el sistema nervioso central del feto”.
“Yo recomiendo que el Gobierno vuelva a realizar los estudios que nosotros hemos hecho, con una empresa que no esté ligada a los potenciales contaminantes, para que sea independiente. También es fundamental analizar el agua que va a Santiago, porque no se ha hecho ese estudio, porque hay que ver si en las vizcachas (planta potabilizadora) eso se limpia o no”, finalizó el especialista.