Érika Olivera, destacada deportista, presentó un recurso de protección en contra de la Federación Atlética de Chile (Fedachi). Esto ocurrió, después que todos los miembros de la Federación recibieran una circular en la que se prohíbe participar y realizar actividades comerciales con la Maratón de Santiago, luego que la marca quedara en manos de privados.
Érika Olivera se refirió a la situación enfatizando que los deportistas, y otras personas ligadas a ellos, no tienen que ver con el conflicto entre la Corporación Maratón de Santiago (CMDS) y la Federación. Problemas que persisten desde principios de este año y que generaron que se le quitara la Certificación Bronce a la MDS y, con eso, la posibilidad de que las marcas de los deportistas fueran válidas para la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).
“Se nos está incluyendo por parte de la Federación. El día 20 de octubre se levantó una circular en donde se nos informa a todos que nos prohíben tener cualquier tipo de vinculación con la Corporación Maratón de Santiago”.
Si bien Érika Olivera ha sido activa dentro de la Federación afirma que la Corporación Maratón de Santiago ha estado entregando becas, y una de sus atletas está siendo apoyada junto a otros deportistas. Dijo que “hace un par de años (la Corporación) está tomando a distintos atletas. Este año ya son diez becados y son todos corredores de carreras de larga distancia. Son atletas que compiten activamente en calle, en la pista, y que están siendo seleccionados nacionales. Dentro de ellos hay una atleta que está bajo mi dirección”.
Olivera cree que debe defender los intereses de los deportistas y, además, recalca que sólo reciben aportes de la Maratón de Santiago. Y que la prohibición es algo “que no es legal. Es inconstitucional, incluso, porque se le está privando a una persona, y no sólo a una sino que a un grupo, de percibir un apoyo económico para su desarrollo”.
La maratonista recalca que también a ella se le está negando el derecho a trabajar ya que trabaja hace prácticamente tres años para la Corporación Maratón de Santiago. “Soy directora de escuelas de atletismo a través de mi club deportivo. En realidad llevo trabajando mucho más tiempo que lo que lleva este conflicto”.
Para la deportista, los fondistas son los afectados y la CMDS lleva tres años aportando al desarrollo de este deporte, al contrario de la falta de ayuda por parte de la Federación de la que ella aún se siente parte.
El problema Corporación-Federación-Atletas
En este momento, Fernando Jamarne Banduc es el actual presidente de la Corporación Maratón de Santiago, y anteriormente fue el vicepresidente de la Federación Atlética de Chile.
En enero, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) les dijo, mediante un correo, que quitaran su logo. Hasta el día de hoy IAAF sigue apareciendo en la página web de la MDS.
Los deportistas, por mientras, seguían pagando inscripciones para los 42K de la Maratón de Santiago. Con todo esto, la MDS se habría quedado sin la certificación.
La IAAF habría llegado a decidir quitar la certificación por el alegato de la Federación respecto a la certificación de la competencia.
Ante esto, Jamarne habría argumentado que el evento deportivo no contaba con los recursos económicos para pagar USD$110.000 a la Federación y, en vista de esto, demandaron a Fedachi en diciembre por incumplimiento de contrato. Contrato que fue sólo firmado entre Álvaro González Lórca (presidente de la Fedachi en 2013) y Jamarne. El documento no fue aprobado por el directorio de la Federación.
Por otra parte, a esto se une que en 2012, Gónzález y Jamarne traspasaron los derechos de la Maratón a la Corporación, evento que pertenecía a la Fedachi.
Respecto al recurso de protección que interpuso Olivera, el actual presidente de la Fedachi, Juan Luis Carter, afirmó que “la gente que defiende la posición de esta situación (recurso de protección) recibe plata. Están defendiendo un tema económico. La Federación no está en ese tema, lo que pasa es que la historia es mucho más larga. Nosotros estamos sorprendidos, de verdad, que hayan hecho este recurso. Ni siquiera nos hemos sentado a conversar con los atletas, pero también nosotros entendemos que detrás está la Corporación Maratón de Santiago, que es la que interpuso la demanda. Puso los abogados. En el fondo es protección y lavado de imagen. Lo que pasa es que ese dinero (que reciben de la CMDS) salió de la Federación. Esa plata es de la Federación. Pero hoy con el apoyo que están dando estos diez atletas, porque son diez, de 3 mil 600. Sólo cuatro o cinco se hicieron parte en este recurso”.
Para Carter, “la maratón se creó en 2006. La Federación la inscribió a su nombre y hubo una explotación de la marca y del evento durante seis o siete años hasta 2013. Esta explotación la hizo Adidas, la llamada “Maratón Adidas”. La marca deportiva depositaba todos los años un porcentaje que promediaba 52 millones de pesos. Adidas siempre cumplió hasta 2013. En 2014, justo el año en el que estos señores dejaron el directorio y fueron reelectos, crearon una corporación y sacaron esto pensando en que puede ganar una lista que es la opositora a ellos. En 2013, cuando eran 20.000 atletas, y se generaban 52 millones de utilidades. Ahora, que son 30 mil, las utilidades son mucho mayores, pero ellos no entregan nada a la Federación. La Federación pasó de ganar 52 millones a cero. Ellos hicieron esto para disfrazar su salida. Firmaron un convenio. En octubre, todavía estaban en el directorio de la Federación. Formaron la Corporación y decidieron estar en el directorio de la Corporación. Los mismos que estaban en las dos partes firmaron eso. ¿Cuál es el único contrato que tiene hoy la Corporación con la Federación? Que ellos le entregan 100 U.F. a la Federación (alrededor de 2.600.000 pesos).”
Carter cree la mayoría de los atletas no tienen problemas con la Federación que lidera. Dijo que “a la Federación la defienden todos menos diez. No, cinco porque son cinco los que están en la querella. Y los que la defienden es porque les han tocado sus intereses económicos. Y está la ética. Ellos son socios de la Federación. Ellos se rigen por los reglamentos de la Federación y, por lo tanto, ellos no quieren acatar los propios reglamentos. Ellos tienen todo el derecho a renunciar si lo quisieran y poder correr todo lo que quieran por la Corporación. Los reglamentos han estado siempre. Lo que pasa es que no hay un resguardo para la aplicación de estos”.
Para Carter, el problema en sí pasa por un tema ético. Enfatizó que “hemos estado dos años sin recibir dinero de ellos y no hemos interpuesto ninguna querella, pero cuando entendemos que involucran atletas que son el ejemplo, ya que varios atletas rechazaron la propuesta de la Corporación. Atletas de alto nivel rechazaron la propuesta diciendo que no era ético recibir el dinero. No es un tema económico. Yo estoy jugando el papel ingrato, sería mejor no estar en este cuento. Sin embargo tengo un mandato y tengo que defender”.